Desde hace varios días circulaban rumores acerca de la separación de Eva Longoria y Tony Parker. Pero nadie lo creía cierto, ya que la pareja era famosa en el mundo del espectáculo porque ambos se mostraban siempre juntos y sonrientes ante las cámaras, como si fueran la dupla ideal.
Primero se creyó que la separación de Longoria y Parker era falsa, aunque la misma actriz de “Esposas desesperadas” afirmó la noticia y tramitó el divorcio en un tribunal de Los ángeles, cansada de soportar que le pintaran los cuernos por varios meses y hasta se cree que por años.
La historia de estos dos se resume en un flechazo; como dicen, fue “amor a primera vista”, pues ella lo conoció en un partido de basquetbol y días después Parker la llamó para tener una cita. Después de unos meses de ser novios, el jugador le pidió que se casaran y sin pensarlo dos veces ella dio el sí.
Se derrumba el castillo
Para su boda tiraron la casa por la ventana: el enlace religioso fue en París el 7 de julio de 2007 y contó con 300 invitados, es más, hasta Eva se puso el apellido de su marido y olvidó el de soltera.
Es decir que su amor era como un cuento de hadas, nadie se imaginó que Tony acabaría seduciendo a Erin Barry, la mujer de su amigo y compañero del equipo San Antonio Spurs, Brent Barry. Con esa carita de mátalas callando, él sí estaba en un ojo al gato y otro al garabato.
La farsa terminó cuando Eva encontró un sinfín de mensajes de texto y llamadas que su ex pareja le hacía a su ahora amante, sumado a que ya antes el ojo alegre había hecho de las suyas.
La propia estrella reveló que está devastada al ver la reacción de su aún esposo, quien ni un pero puso cuando ella interpuso la solicitud de divorcio en una corte de Los Ángeles, citando diferencias irreconciliables.
La actriz y el jugador se caracterizan por su afición a Twitter, donde muchas veces intercambiaron mensajes de amor, sin pudor, ante el millón de personas que los sigue a cada uno. Por ese mismo medio expresaron sus sensaciones sobre la separación con un idéntico twitt en que escribieron: “Nos queremos mucho y rezamos por la felicidad del otro”.
