Un grupo de mujeres consumió 70 calorías menos cuando se les pidió comer más despacio un plato con pasta y salsa que cuando se les pidió comer lo más rápido posible.
Esas mujeres también consideraron que la comida era más sabrosa cuando la ingirieron lentamente.
“Sintieron más placer y más saciedad por menos calorías”, comentó a Reuters Health la doctora Kathleen Melanson, de la University of Rhode Island, en Kingston.
Melanson decidió realizar el estudio cuando se dio cuenta de que no existía respaldo científico del dicho familiar de que comer despacio reduce el apetito.
El equipo dirigido por Melanson le sirvió a 30 mujeres jóvenes ditalini con salsa de tomate y vegetales más queso parmesano, bajo dos condiciones diferentes.
Antes de cada comida, las mujeres habían ingerido un desayuno estándar de 400 calorías y luego hicieron ayuno durante cuatro horas.
Proceso
En una visita al laboratorio, las participantes recibieron una cuchara grande y se les pidió no detenerse entre bocados y comer lo más rápido posible.
En otra oportunidad, las participantes comieron con una cuchara pequeña, que debían poner sobre la mesa después de cada bocado, y se les pidió ingerir bocados y masticar cada uno de 15 a 20 veces.
Cuando las mujeres comieron rápido, consumieron unas 646 calorías en nueve minutos. Pero cuando lo hicieron más despacio, ingirieron 579 calorías en 29 minutos, afirmó el estudio presentado en la reunión anual de Asociación Norteamericana para el Estudio de la Obesidad.
Los autores hallaron que las mujeres se sintieron más llenas y más satisfechas inmediatamente después de comer y hasta una hora más tarde cuando ingirieron la comida lentamente.
Comer despacio favorecería la reducción del peso corporal o ayudaría a las personas a mantener un peso saludable, indicó Melanson.
Entérese
Quienes se toman su tiempo para consumir las tres comidas ingerirían 210 calorías menos por día que los que las devoran.