Me habían contado ya de ella, pero necesitaba ir a verla con mis propios ojos. Esa tarde recorríamos la Bahía de San Lorenzo guiados por las bandadas de aves que nos precedían. Y todo lo que me habían contado era cierto… existe la Isla de los Pájaros en nuestro Golfo de Fonseca.
Por supuesto, hay que tomar una lancha para llegar; partiendo de San Lorenzo no es más que una cuestión de minutos encontrarla en medio de la bahía… pero lo ideal es llegar al final de la tarde para ser partícipes del arribo de cientos y cientos de aves que llegan a pasar la noche en la solitaria isla no más grande que la mitad de un campo de futbol (y hasta me atrevo a decir que exagero sus dimensiones).
Sobre las ramas del espeso bosque de mangle que cubre la pequeña isla, se posan centenares de aves de diferentes especies. El espectáculo es simplemente asombroso y es una lección viva de ciencias naturales y de orgullo patrio por nuestras riquezas.
Visitar la Isla de los Pájaros en la Bahía de San Lorenzo es sólo una parte de los atractivos que la próspera ciudad de San Lorenzo ha comenzado a proteger y promocionar. Una nueva generación de emprendedores empresarios, líderes comunitarios y gobierno local se han dado a la tarea de programar una serie de eventos encaminados a promocionar el turismo de la zona.
Como ya se acerca la temporada de vacaciones, quizá sea bueno compartirles que el sábado 2 y domingo tres de abril, se celebrará la Gran Feria del Marisco; degustaciones de platillos típicos del mar, venta de mariscos crudos, competencias de natación, motos acuáticas y lanchas rápidas, conciertos y la Gran Noche Sanlorenzana son otra parte de los festejos que acompañan a esta feria, única en su clase.
El Sur es la nueva ventana a la aventura turística que tiene el país. Olvidado por mucho tiempo, ahora comienza a volver por sus antiguos brillos, como a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando era simple y llanamente, la zona más importante de Honduras.
Amapala y San Lorenzo se han despertado de su letargo y comienzan a mostrarnos todos sus tesoros naturales y culturales. Y usted, ¿ya ha ido?
