La modelo reconvertida en cantante Aliana Lohan es muy consciente de la reputación de actriz difícil y amante de la vida nocturna y sus excesos que aún persigue a su hermana mayor, la famosa intérprete Lindsay Lohan, a pesar de que esta parece haber encarrilado su vida tras pasar por rehabilitación por orden de un juez y mudarse a Londres.
Por esa misma razón, la joven de 22 años se siente agradecida de no haber sufrido los mismos problemas de adicción que ella.
'Eso de las fiestas no era para mí. Nunca he consumido drogas ni nada por estilo, gracias a Dios. Nunca me ha gustado ese mundillo', confiesa a la revista Cosmopolitan.
El deseo de Aliana de distanciarse lo más posible de su famosa hermana y de su mediática familia -conocida por las tensiones entre sus miembros- le llevó a desprenderse de su popular apellido durante los ocho meses que trabajó como modelo en Corea del Sur a los 17 años.
'Al principio solo usaba mi nombre mientras trabajaba como modelo. No quería que me trataran de una forma diferente. Mientras estuve allí, estaba completamente sola, así que era una oportunidad perfecta para vivir otra cultura del mundo y absorberlo todo', explica.
A punto de relanzar su carrera musical con un nuevo disco, Aliana sigue prefiriendo mantener un perfil más discreto que sus padres -Michael y Dina Lohan, que se separaron en 2007- y la propia Lindsay.
'Al nacer en una familia tan conocida, toda mi vida ha sido así. Pero nunca he hecho nada raro solo para llamar la atención', asegura.