El polémico escultor americano Daniel Edwards ha vuelto hacer otra de sus controvertidas esculturas, esta vez le ha tocado el turno al príncipe Harry.
El tercero en la línea de sucesión inglesa ha sido representado por el artista como uno de los muertos en la Guerra de Irak. El trabajo, denominado 'Monumento a los caídos de Irak: La muerte de príncipe Harry', muestra al joven vestido con el uniforme del ejército, con un buitre en sus pies y agarrando un medallón perteneciente a su madre la princesa Diana.
Ni la familia real ni el autor de la obra se han pronunciado al respecto.
Desde el jueves y durante tres días, Edwards mostrará su trabajo en el hotel Trafalgar. Esta obra es la última de una serie de trabajos que parecen diseñados para sobresaltar y crear la controversia.