Si bien es cierto que en la actualidad moderna las empresas hondureñas están comprometidas a competir para brindar excelentes productos y servicios de calidad para formar parte de los tratados comerciales.
Los empresarios no deben olvidarse de la práctica permanente de la cortesía dentro del ámbito laboral hasta convertirla en excelencia, dice Gervacio Suazo, instructor del Centro de Formación Integral para el Desarollo de los Recursos Humanos, Cefiderh.
La norma de la cortesía es la comunicación más placentera que posee una persona y esto no requiere algún nivel académico, sino principios y valores fundados.
Dentro del ámbito laboral, varios gerentes y jefes de áreas son del criterio que no deben ser tan corteses con los empleados por su jerarquía; grave error, la cortesía no tiene cabida para rangos, color o religión.
Las normas de la cortesía sólo hacen el bien y tocan lo más profundo del sentimiento humano. El saludar siempre fortalece, conteste o no la persona, si usted repite el saludo cuando la persona no contesta, la terminará humillando.
Llame siempre a las persona por su nombre. Es muy gratificante, si no sabe el nombre, pregunte con toda confianza, es preferible pasar por olvidadizo que llamarle de otra manera.
