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Jennifer se 'agobia” en las grandes fiestas

  • 14 diciembre 2016 /

La exitosa actriz no tiene más remedio que acudir a los numerosos eventos sociales que organiza la industria del cine, de los que reconoce no le entusiasman demasiado.

Redacción.

Teniendo en cuenta que es una de las actrices más cotizadas y mediáticas de la escena cinematográfica, Jennifer Lawrence suele ser una de las invitadas imprescindibles en cualquier acto que reúna a los rostros más destacados de la meca del cine, de lo que se desprende una intensa vida social que, sin embargo, la intérprete no disfruta demasiado debido a lo “abrumador” que le resultan las grandes aglomeraciones en espacios cerrados.

“Me agobia mucho tener que estar en medio de una fiesta en la que hay un montón de gente y en la que casi no te puedes mover; me resulta muy abrumador. Por eso suelo escoger siempre a un par de personas de las que no me voy a separar en toda la noche. Las atrapo y les digo: ‘vamos a ser ustedes y yo durante las próximas horas’”, explicó al presentador y humorista James Corden para describir de alguna forma la seguridad que siente en entornos algo más reducidos.

Con el paso de los años, la estrella de cine ha aprendido progresivamente a controlar mejor su consumo de alcohol en ese tipo de exclusivos eventos con el objetivo de pasar algo más desapercibida, a diferencia de la fiesta posterior a la gala de los Óscar del año 2013, en la que terminó vomitando cerca de la mansión del mánager de Madonna, Guy O’Seary, y tuvo que recurrir a su compañera de profesión Ellen Page para que la llevara a casa.

Estrenos y proyectos.

Passengers, la aventura espacial protagonizada por Jennifer y Chris Pratt, es una de las películas más esperadas de estas Navidades.

Reír juntos y escuchar al otro. Son las recetas para una buena convivencia, según ella y Chris Pratt, dos de las estrellas de cine más rutilantes de Hollywood, que en su primer filme juntos viven un flechazo galáctico confinados durante el resto de sus vidas en una nave espacial.

Lawrence da vida a Aurora, una ambiciosa escritora de clase acomodada dispuesta a dejarlo todo atrás para escribir su gran novela y que se enfrenta a la gran lección de su vida: olvidar los planes y vivir el momento. “Yo no lo practico para nada”, ha admitido la actriz, “por eso me gustaba Aurora, me identifico en eso con ella. Estar atrapada es lo mejor que le podía haber pasado, sino seguiría intentando buscar una satisfacción que nunca llega”.

El problema es que en la película el viaje dura 120 años y sus cápsulas de hibernación les despiertan 90 años antes de tiempo. Mientras tratan de resolver el misterio detrás del fallo de la nave surge el amor entre ella y Pratt, que interpreta a Jim, un ingeniero mecánico de clase obrera.