California, Estados Unidos.
La polifacética Jennifer López puede presumir a sus 46 años de haber construido una de las trayectorias más sólidas y prolíficas de la industria tanto en el plano cinematográfico como en el musical, pero eso no significa que la artista pretenda ahora bajar el listón y rebajar sus ambiciones cuando está convencida de que todavía puede encontrar el papel que de verdad defina su carrera en la gran pantalla.
'He vivido grandes momentos en mi vida profesional. Hay muchas experiencias de las que me siento muy orgullosa, sobre todo por el tipo de personajes que he tenido que interpretar. Pero creo que mi gran papel no ha llegado todavía, espero que el más importante de todos se encuentre en el futuro', reveló la actriz en una entrevista a Variety.
Sin embargo, la diva del Bronx es consciente de que, a día de hoy, ninguno de sus trabajos en la meca del cine ha podido superar el impacto y la relevancia cultural que tuvo su papel de Selena en la película homónima de 1997, ya que en su opinión este fue un rol que supuso un auténtico punto de inflexión y alteró por completo la percepción que se tenía de los actores latinos en Hollywood.
'Interpretar a Selena ha sido uno de los momentos más destacados de mi carrera, fue un antes y un después para el sector de los intérpretes latinos. En su momento, muy pocos hispanos aparecían como protagonistas en películas dramáticas, y nadie llegó a cobrar tanto como yo por este tipo de trabajo. Rompimos una barrera muy importante gracias a esa película', explicó la exmujer de Marc Anthony.
Ahora que se encuentra cultivando de nuevo la faceta televisiva por la que se dio a conocer, protagoniza la serie de NBC 'Shades of Blue', la famosa artista se ha dado cuenta de que la pequeña pantalla se ha convertido en un escaparate más representativo de la diversidad que define a la sociedad estadounidense, al menos en comparación con el cine.
'Creo que la televisión está más cercana a nuestras vidas, antes que nada porque todo el mundo tiene una en sus casas. Por eso las producciones televisivas se atreven a ofrecer una visión más realista de lo que ocurre en nuestras comunidades. De esa forma, la gente puede sentirse más identificada con las historias que ahí se cuentan. El cine, por su lado, tiene un carácter más fantasioso', reflexionó en la misma entrevista.
