La invasión de celulares en los centros educativos se ha convertido en un tema de debate entre maestros y padres de familia. Los primeros argumentan que se expone a los escolares a riesgos como secuestros ‘express’, extorsión, discriminación, pornografía y retraso en el aprendizaje; mientras los progenitores aducen que debido al alto índice de inseguridad es necesario mantener contacto directo con sus hijos.
Este problema, producto del avance tecnológico, es un fenómeno global que ha llegado a ser punto de discusión en las reuniones de la Asociación Noroccidental de Escuelas Privadas Bilingües de Honduras, Anepbh.
“Todos nos sentimos atados de manos porque el padre de familia no permite que se le decomise el teléfono a su hijo aduciendo que irá a la Fiscalía”, dice Fanny Handal, directora de la Anepbh.
Delmy Nohemí Murcia, directora de la escuela Mountview Academy, manifiesta que algunos padres de familia simplemente ceden a las solicitudes de sus hijos.
“Algunos nos dicen que sus niños se los pidieron y ellos se los dan. No estamos en contra de la tecnología, pero tratamos de regularlo en el aula de clases”, agregó.
Para los docentes es sorprendente ver a niños de preescolar manejando a la perfección estos aparatos. “Hemos visto ejemplos de pequeñitos que al salir de clases llaman a sus papás para decirles que ya se comieron su merienda o que ya van de camino a casa, usando teléfonos de alta tecnología”, afirmó Liliam Salinas, directora de la escuela Happy New Dawn.
Medidas de las escuelas
Para regular el uso de estos aparatos, los centros educativos han diseñado estrategias, entre ellas una cláusula añadida al reglamento interno de la institución que establece que si el alumno utiliza su celular en horas de clase, le será decomisado y devuelto hasta el final del año escolar. Cada padre de familia debe firmar un documento para hacer constar que está de acuerdo con dicha medida.
Salinas expresa que primero tratan de concienciar al padre de familia y luego trabajan con el alumno. La directora de primaria de Mhotivo, Dina Rivera, expresa que, en la institución, los estudiantes tienen prohibido llevar estos aparatos, pues han tenido malas experiencias. “Una vez decomisamos varios aparatos y se extravió uno; tuve que pagar cerca de 10,000 lempiras porque el teléfono era de alta tecnología”, dijo Rivera, y agregó que también causa discriminación porque unos niños llevan celulares más sofisticados que otros.
Inmadurez causa mal uso
Según los docentes, algunos alumnos no les dan el uso correcto a estos aparatos, ya que los utilizan para copiar en los exámenes por medio de mensajes de texto o de fotografías.
Karina Velásquez, directora de la Little Feet, explicó que, debido a que estos teléfonos tienen cámara y video, podrían utilizarlos para dañar la integridad de sus compañeros, por ejemplo tomando fotos indebidas. Ya se han presentado casos en algunos centros educativos.
La psicóloga Magdalena Turcios explica que la tecnología no se debe satanizar, pero los padres de familia deben entender que están cometiendo un grave error al darles a sus hijos un teléfono celular como obsequio por su desempeño académico.
“Este aparato puede ser una herramienta de distracción en el aula de clases y podría disminuir el rendimiento escolar de los niños”.
Según la experta en psicología, Claudia Enamorado, también puede afectar la salud. “Estudios recientes concluyen que los niños menores de ocho años no deberían usarlos. El riesgo radica en que su cráneo puede ser sensible a la radiación”.
Más riesgos que ventajas
El comisario Hugo Velásquez afirma que en la ciudad ya se han reportado casos de jóvenes que se han comunicado con desconocidos proporcionándoles información personal, hasta llegar al punto de un encuentro en que han sido víctimas de violación y extorsión.
“El padre de familia debe hacerles conciencia a sus hijos de que solamente lo podrá usar en caso de emergencia”.
La coordinadora de Fiscales, Thelma Martínez, aduce que el problema radica en que las escuelas utilizan un reglamento arcaico y que en lugar de decomisar el teléfono por completo al niño, lo ideal es dárselo al padre y explicarle la falta.
“Las escuelas tienen que unirse para crear un solo reglamento, para ello es necesario la intervención del Ministerio de Educación para que lleguen a un consenso”, aseveró Martínez.
El uso cada vez más extendido de teléfonos celulares implica un cambio tecnológico y cultural. El nuevo entorno y las prácticas que promueve representan un desafío para el mundo escolar.
Riesgos
Víctima de extorsión. Según la Policía, la mayoría de estas llamadas se hacen desde el interior del centro penal. Un niño está totalmente expuesto a recibir una llamada y ser víctima de este delito.
Propenso a secuestros. Un desconocido puede engañar a un niño haciéndose pasar por buena persona y pedirle información de él y de sus padres para causarle un daño, como el secuestro.
Distracciónen la escuela. Si el niño porta un teléfono en la escuela, deja de prestar atención en clase para jugar, estar en Facebook o chatear con sus amigos.
Expuesto a todo tipo de información. Muchos de los menores utilizan aparatos de alta tecnología con acceso a Internet. Esto quiere decir que pueden obtener toda clase de información buena o nociva.
Riesgo de asaltos. Al salir de la institución educativa mientras esperan que los vayan a recoger, un malhechor puede agredirlos para quitarles el celular.
Consejos
Teléfono con las funciones mínimas. Si su hijo ya tiene la edad adecuada para poseer un teléfono y usted desea estar en contacto con él, dele uno con las funciones mínimas para evitar la filtración de información.
Uso supervisado por los padres. Controle el acceso del celular en casa. Planee actividades para hacerlas en familia y así disminuir su necesidad del teléfono.
Instruya al menor. Hable con sus hijos y explíqueles que no es un premio, sino una herramienta que deberá utilizar solo en caso de emergencia. Adviértalo de las ventajas y desventajas.
No todos deben tener celular. Según los expertos, los niños menores de 8 años no deben portar uno. De 12 a 17 años sí pueden utilizarlo, pero bajo la responsabilidad de los padres.
Dé el ejemplo. Algunos padres de familia son adictos a estos aparatos y no interactúan con sus hijos. Predique con el ejemplo, modere el uso del aparato y muéstrele a su hijo el empleo responsable del teléfono.