Los Ángeles, Estados Unidos.
Según algunos comentarios, Felicity Jones es la actriz y estrella de la moda británica cuya carrera se aceleró exponencialmente gracias al éxito comercial y de la crítica de The Theory of Everything (La teoría del todo) (2014), la película biográfica sobre el físico Stephen Hawking.
Pero según otras evaluaciones, así como la suya propia, ella apenas es digna de reconocimiento, apenas una intérprete diligente cuya filmografía cuenta con algunas favoritas de culto como Like Crazy (2011) y otras películas más del agrado popular y de gran presupuesto como Inferno, que estrenó en octubre del año pasado.
Por mucho que ella pretenda mantenerse en la oscuridad, eso no le dará resultado mucho tiempo después de que el 15 de diciembre se estrenó Rogue One: A Star Wars Story. En esta entrega de la épica aventura intergaláctica, Jones interpreta a Jyn Erso, la belicosa e improbable líder de un grupo de combatientes rebeldes que tienen la misión de robar los planos de la máquina de guerra del Imperio Galáctico, la Estrella de la Muerte, capaz de destruir planetas enteros. Como bien saben los fanáticos, estos son eventos que preceden a lo que se vio en la película original “Star Wars” (1977).
Con los pies en la tierra
Rogue One podría ser una oportunidad de avance increíble para Jones, a la que generalmente no se le ve repartiendo puñetazos o conduciendo naves interestelares en películas de acción de gran producción. Pero también será una gran oportunidad para los realizadores de la serie Star Wars, que en las últimas películas han presentado a mujeres en papeles más destacados.
“Es difícil encontrar una película que tenga una muy buena protagonista femenina… en realidad, es difícil encontrar cualquier cosa”, afirma Jones.
“Queríamos que el público se identificara con Jyn como persona,” agrega. “Como todos nosotros, ella está tratando de averiguar qué diantres hacer”.
Lo que Jones sacó de la experiencia de hacer Rogue One fue el espíritu de camaradería que viene con la participación en la saga de Stars Wars, que ya tiene casi 40 años. “Se nutre de una especie de mitología fundamental,” observa. “No creo que nadie que haya sido parte de ella pueda tomar cierta distancia crítica. La verdad es que nos roba el corazón… nos lo roba”.
Quizá algo más concreto que ella conservó de la película sea su entrenamiento en wushu, un estilo de artes marciales que Jyn Erso usa en situaciones de combate.
“No queríamos que fuera como un ballet majestuoso”, explica Jones. “Todos son movimientos cortos y rotundos. Queríamos que se sintiera auténtico y un poco sucio”, puntualiza.
Según algunos comentarios, Felicity Jones es la actriz y estrella de la moda británica cuya carrera se aceleró exponencialmente gracias al éxito comercial y de la crítica de The Theory of Everything (La teoría del todo) (2014), la película biográfica sobre el físico Stephen Hawking.
Pero según otras evaluaciones, así como la suya propia, ella apenas es digna de reconocimiento, apenas una intérprete diligente cuya filmografía cuenta con algunas favoritas de culto como Like Crazy (2011) y otras películas más del agrado popular y de gran presupuesto como Inferno, que estrenó en octubre del año pasado.
Por mucho que ella pretenda mantenerse en la oscuridad, eso no le dará resultado mucho tiempo después de que el 15 de diciembre se estrenó Rogue One: A Star Wars Story. En esta entrega de la épica aventura intergaláctica, Jones interpreta a Jyn Erso, la belicosa e improbable líder de un grupo de combatientes rebeldes que tienen la misión de robar los planos de la máquina de guerra del Imperio Galáctico, la Estrella de la Muerte, capaz de destruir planetas enteros. Como bien saben los fanáticos, estos son eventos que preceden a lo que se vio en la película original “Star Wars” (1977).
Jyn Erso, su papel en “Rogue One” sigue los pasos de la princesa Leia y de Rey, la protagonista del regreso de Star Wars en 2015. Aunque “tiene su propio pasado y la encontramos en un momento de la vida muy distinto al de las otras heroínas. Es muy apasionada, se comporta como una superviviente y, aunque tiene elementos que pueden recordar a la determinación de Leia y Rey, Jyn tiene personalidad propia”, explica Felicity.
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Rogue One podría ser una oportunidad de avance increíble para Jones, a la que generalmente no se le ve repartiendo puñetazos o conduciendo naves interestelares en películas de acción de gran producción. Pero también será una gran oportunidad para los realizadores de la serie Star Wars, que en las últimas películas han presentado a mujeres en papeles más destacados.
“Es difícil encontrar una película que tenga una muy buena protagonista femenina… en realidad, es difícil encontrar cualquier cosa”, afirma Jones.
“Queríamos que el público se identificara con Jyn como persona,” agrega. “Como todos nosotros, ella está tratando de averiguar qué diantres hacer”.
Lo que Jones sacó de la experiencia de hacer Rogue One fue el espíritu de camaradería que viene con la participación en la saga de Stars Wars, que ya tiene casi 40 años. “Se nutre de una especie de mitología fundamental,” observa. “No creo que nadie que haya sido parte de ella pueda tomar cierta distancia crítica. La verdad es que nos roba el corazón… nos lo roba”.
Quizá algo más concreto que ella conservó de la película sea su entrenamiento en wushu, un estilo de artes marciales que Jyn Erso usa en situaciones de combate.
“No queríamos que fuera como un ballet majestuoso”, explica Jones. “Todos son movimientos cortos y rotundos. Queríamos que se sintiera auténtico y un poco sucio”, puntualiza.
Felicity Rose Hadley Jones nació en Bourneville, Birmingham en 1983. Es una actriz británica nominada a los Premios Globo de Oro, los Premios de Cine de la Academia Británica BAFTA, los Premios del Sindicato de Actores y los Premios Óscar en la categoría de mejor actriz por su interpretación de Jane Wilde Hawking en la película “La teoría del todo” (2014) junto a Eddie Redmayne.
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