Una reunión íntima de 16.000 personas,mal conejito lanzó su nuevo álbum y la celebración se festejó en elColiseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot en San Juan. A pesar de que aún continúa siendo un misterio como fue el itinerario del evento, pero cuando se anunció, las entradas se agotaron a las dos horas de salir a la venta.
Los presentes en el concierto se caracterizaron con el nuevo álbum que estaba por se lanzado al ir vestidos con sombreros, botas de vaquero, camisas y faldas con flecos brillantes, a demás de las nuevas prendas características de Bad Bunny, la gorra azul de los LA Dodgers, camisa blanca y jeans azules.
Algunos de los seguidores presentes simplemente estaban felices de escuchar el álbum entre amigos y con un sonido de primer nivel. Sin embargo, otros esperaban más, “Espero que Bad Bunny salga. En un caballo”, “Mínimo. Así no cante, pero que salga por lo menos”.
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Bad Bunny sí apareció, y de una manera original en el centro de la arena, rodeado de sus fanáticos, en un Rolls-Royce Silver Shadow vintage mejorado, el mismo autoutilizado en el video de “donde ella va”, descendió lentamente desde el techo. Los fans gritaron. Bad Bunny estaba al volante.
Durante su presentación, Bad Bunny luego de cantar y bailar junto con sus bailarines, se dirigió a la sección VIP. A saludar a cada persona en sus seis filas. Entre ellos estaban presentes los famosos con quien colaboró para sacar esté nuevo éxito de álbum, y justo cuando sus canciones comenzaban a sonar, para deleite de la multitud, cantó al lado de Feid en su colaboración “Perro Negro” y con Arcángel “Acho PR”.
El ya conocido tema “Un avance ”, lanzado a fines de septiembre, es la última canción de Nadie Sabe Lo Que Va a Pasar Mañana, para coronar la noche. Pero Bad Bunny no terminó de sorprender a los fanáticos, en lugar de simplemente tocar la canción grabada, la interpretó en vivo.
Bad Bunny cantó desde el área VIP animada por sus colaboradores y amigos, pero este decidió abrirse paso cerca de sus fans, quienes cantaban y gritaban la letra mientras bailaban. Ráfagas de vapor se dispararon alrededor de Benito mientras este se golpeaba el pecho con el puño diciendo: “Puerto Rico, los quiero, puñeta”.
