Mientras los adolescentes todavía suspiran con las románticas historias entre vampiros y hombres lobo de la serie “Crepúsculo”, Benicio del Toro recupera el verdadero cine de terror con una versión más adulta de “El hombre lobo” (The wolfman).
Y sabiendo que es pura ficción aquel mito que sólo se transforma en las noches de la luna llena, igual lo entrevistamos en el hotel Four Seasons de Beverly Hills, a plena luz del día... por las dudas.
Ya que vamos a tratar el tema de las “Transformaciones” por la película de “El hombre lobo’... ¿Hasta qué punto, el premio Oscar se parece a una luna llena que transformó tu vida y tu carrera en Hollywood?
Me acuerdo bastante de aquel día y cambió mucho, no creo que hoy hubiera estado aquí sentado si no fuera por el Oscar, para serte honesto. Hay algo con el Oscar que te da ciertos galones en el hombro o me permite entrar en un lugar como Universal Studios proponiendo “¿Les gustaría volver a hacer una película de “El hombre lobo”, conmigo?” el Oscar te da coraje, la ilusión de que puedes lograrlo todo y es bueno para nuestro negocio, también.
¿Es cierto que en un principio, tu padre no quería que fueras actor? ¿Tiene algo que ver con tu vida, la pelea entre padre e hijo que muestra la película de “El hombre lobo”?
Es cierto que hay gente que dice que la película “El hombre lobo” es como la biografía de mi vida... (ríe). Ya viste lo que dicen que les pasa a los puertorriqueños en luna llena ¿sabes? no...(riendo) a la noche te muestro.
Sería bueno investigar si realmente hubo luna llena el domingo 19 de febrero de 1967 que nació Benicio del Toro en Puerto Rico, lo que sí sabemos es que su familia vivió una verdadera película de terror cuando se enteró que él se había “transformado” en actor.
Su padre quería que siguiera una carrera con un futuro económico mucho más seguro, como la abogacía y con esa excusa Benicio había ido a la universidad de California en San Diego, aunque a escondidas, empezó a tomar clases de actuación con Stella Adler, claro que tampoco podía esconderse demasiado, cuando empezó a aparecer en televisión con la serie “Miami Vice” o en el video musical “La isla bonita” de Madonna (él era uno de los jovencitos que estaba sentado en el auto de atrás).
En cine, incluso se había convertido en el villano más joven de la serie de películas de James Bond, cuando con apenas 21 años personificó al malvado Darío de “licencia para matar”, de la misma forma, volvió a llamar la atención como otro villano, ganando el premio Independent Spirit Award como Mejor Actor de Reparto por el rol del misterioso mafioso en “The usual suspects”.
Comparado con otros grandes actores de Hollywood como James Dean o incluso, Marlon Brando, en algún momento también lo señalaron como el “hispano Brad Pitt”, figurando en la lista de “Solteros más codiciados de Hollywood”. En el camino, tampoco le faltaron los romances famosos con Alicia Silverstone, por ejemplo, lo vivió en la realidad y la ficción de la película “Excess baggage” y también salió con Scarlett Johansson y Chiara Mastroianni (sí, sí, la hija de Marcello Mastroianni y Catherine Deneuve) por suerte, la gente igual lo recuerda menos por aquellos romances y mucho más por el Oscar que Benicio ganó con la película “Traffic”, en el 2001.
Justamente él estuvo a punto de protagonizar la película “Before night falls” que terminó haciendo Javier Bardem y antes que Russell Crowe, Benicio igual cobró sus 5 millones de dólares por protagonizar la película “American gangster”, cuando Universal Pictures canceló el rodaje por problemas de presupuesto, también iba a interpretar el personaje de Darth Maul en “Star wars: episode i - the phantom menace”, pero cuando George Lucas modificó demasiado el guión y dejó muy poca letra, Benicio prefirió “torearlo” y se quedó afuera del superéxito de la Guerra de las Galaxias.
Igual disfrutó el sabor de la acción, con la película “Sin city” de Robert Rodríguez y hace poco volvió a la arena de los premios, cuando en el 2009 ganó los equivalentes del premio Oscar en España y Francia (léase Goya y Cannes), gracias a la genial interpretación del Che Guevara, con las dos versiones del director Steven Soderbergh “el argentino” y “guerrilla” (hasta Sean Penn que había ganado el verdadero Oscar ese mismo año, declaró públicamente su sorpresa por no haber visto a Benicio del Toro entre los nominados de esa época). Terminada la temporada, ahora habrá que esperar hasta el próximo año, para ver si realmente lo nominan... por “The wolfman”.
¿Retomamos el parecido de tu vida con la película de “El hombre lobo”?
Es cierto que hay algunos elementos de mi vida, en la película, pero si lo analizamos un poco, se parece más a la historia de Hamlet en la obra de teatro, él quiere vengarse, matando al tío que mató a su padre y el nuevo guionista de “El hombre lobo” convirtió mi personaje de Lawrence Talbot en un actor que al volver a casa, trata de investigar lo que le pasó al hermano y recién al enterarse que el padre tuvo que ver con su muerte, empieza la aventura similar a Hamlet, ésa es la idea principal y va más allá de que yo también sea actor y mi padre también haya sido tan estricto, porque en mi vida, mi padre siempre estuvo presente, yo fui el que se fue para estudiar, pero antes cenaba y desayunaba con él, todo el tiempo, no es el caso del personaje de mi rol de Lawrence Talbot en “El hombre lobo”.
¿Y cómo fue aquel día en que finalmente le dijiste a tu padre “Soy actor, papá”?
Lo demostré el día que gané el Oscar, (guiñando el ojo) no tuve que decirle nada.
¿Tu éxito le abre las puertas a otros actores hispanos?
Sí, es así, me parece mundial... como el logo de Universal Studios (ríe). Cuando yo vine a Hollywood, sólo había tres o cuatro nombres latinos importantes: Raúl Julia, Edward James Olmos, Andy García y Antonio Banderas, ahora son muchos más y se agregaron directores y escritores que vienen de México o España. Por eso te diría que no soy sólo yo (quien abrió las puertas), sino otra generación de latinos, pero es cierto que cambió bastante, desde que yo empecé. Hollywood es mucho más internacional, hay gente que viene de todo el mundo, no sólo latinos, porque si te fijás bien, hace poco una actriz francesa (Marion Cotillard) también ganó el Oscar, vienen de todas partes del mundo y me parece bien, es como en la época del cine mudo, cuando había directores y actrices internacionales haciendo cine en Hollywood.
¿Qué estilo de cine veías cuando todavía ni siquiera te habías convertido en actor?
Desde que tengo memoria, siempre me gustaron las películas de terror. Me sabía el título y los nombres de todos los actores y es algo que supe mucho antes de “Dr Doolittle” o “Chiti chiti bang bang”, ésas son las películas con las que crecí y te hablo cuando tenía cuatro, cinco o seis años.
¿Quién te presentó ese estilo tan particular de cine? ¿Cómo fue que desde tan chico te empezó a gustar un cine tan extraño para alguien de esa edad?
Fue por mis primos que eran más grandes y ese estilo de películas también eran anteriores a su época. En los años 60 se había vuelto a las películas de terror y por lo que sé, por mis primos, también había una revista que se llamaba “Monstruos famosos”, me acuerdo de haberla visto, yo había visto “El hombre lobo”, “Drácula” o “Frankestein” mucho antes del vhs, dvd o la tv de cable. Eran películas de super 8 que habían salido en los años ’60 y también me acuerdo de unos kits donde tenías a Frankestein o King Kong para armarlos pegándolos, pintándolos, era una buena forma de tranquilizar a los niños y eran terribles, me acuerdo que había uno de Frankestein donde había que pintarle el cerebro. Eran juguetes buenísimos y yo llegué al final de esa era para los amigos de mi edad, no era tan así, porque no tenían primos mayores, pero cuando dejaron de hacer esos juguetes, yo soñaba con ellos, porque mis primos los tenían y yo no.
¿Tus películas de terror preferidas?
Me acuerdo de haber visto “Tiburón” cuando recién salió, también “Halloween” o “El silencio de los corderos” me gusta todo tipo de cine, pero las películas de terror, también.
¿Y “The wolfman”? ¿Cuáles son las diferencias entre esta nueva versión y la película original de los años 40?
Nosotros quisimos mantener la historia básica del original y es lo único que le pedimos al guionista, Andrew Kevin Walker, pero cuando vino con esta historia oscura del estilo de Hamlet, nos gustó muchísimo, igual dejó la luna llena y el hecho de que una bala de plata lo pueda matar, eso es muy importante para la película, porque también quisimos darle un final a la historia del monstruo. ¿Qué más mantuvimos? Andrew también hizo que llegara a Inglaterra desde Estados Unidos, para que fuera fácil para mí y no tuviese que hablar con acento británico, además logró que mi personaje fuera mucho más activo, porque en el original era como la víctima y en nuestra versión, yo actúo, lucho y casi me convierto en detective.
¿La escena más difícil?
Las escenas del asilo fueron difíciles de hacer, después que me atrapan ensangrentado... como tienen que culparme de todos los asesinatos, planteamos que la policía pensaba demostrar que yo en verdad no me transformaba en ningún hombre lobo, aunque igual querían condenarme a la horca. Es como un juicio, y yo propuse que le inyectaran alguna droga para que tuviera las pesadillas que figuraban en el libro original.
El director después propuso un electroshock que había en aquel entonces, pero en el guión ya estaba la escena donde me ahogan en el agua y fue dificilísimo porque me ataron a una silla y a medida que me sumergían en lo que se supone que es agua congelada, yo decidí gritar, lo que aprendí a la fuerza es que al gritar, dejas la boca abierta y cuando te meten en el agua, ya entras sin aire y el agua se te mete por la nariz y la boca; es decir que al salir, sólo podía exhalar, porque el agua no me dejaba aspirar más aire. Tuve suerte de tener al lado gente especializada en el tema, porque quedamos en que si realmente estaba mal, iba a dar alguna vuelta, como señal de peligro, y cuando lo hice, hubo un momento en que no podía respirar, por un segundo, te digo que me dio pánico, fue muy difícil, pero si veo los resultados, funcionó y la transformación, valió la pena.
“El hombre lobo” y su historia de terror
Durante la crisis económica del ’30, Universal Studios trató de encontrar otra fórmula en el cine donde no tuviera que recurrir a los altos salarios de los más famosos actores europeos y con las películas de monstruos descubrió que podía contratar a cualquier desconocido, porque igual iban a estar cubiertos por una máscara o mucho maquillaje. Ni siquiera demandaba demasiado mantenimiento, porque los escenarios en peor estado, agregaban el perfecto factor de miedo al ambiente y así fue como realmente surgió el género del cine de terror con los clásicos de Drácula, Frankestein, El hombre invisible, La momia y... El hombre lobo.
La primera película se había estrenado en 1935 con el título “Werewolf of London” , pero la versión más famosa resultó ser la película “The wolf man” que en 1941 protagonizó Lon Chaney jr, el hijo del mismo Lon Chaney de “El fantasma de la ópera” y El jorobado de Notre Dame”, con apenas 70 minutos de duración, parecía más un cortometraje de monstruos, pero aquel personaje del hombre que se convertía en lobo las noches de luna llena, se volvió tan famoso que siguió apareciendo en otras películas de terror como “Frankestein conoce al hombre lobo”, “La casa de drácula” o incluso la comedia de “Abbott & Costello conocen a Frankestein”.
Hasta la más moderna serie de películas “Crepúsculo” (twilight) que están reviviendo el fanatismo por los vampiros entre los adolescentes, también incluyen la historia de unos más jóvenes hombre lobos como los enemigos naturales del vampiro y en las películas de “Xmen” se hizo tan popular el personaje parecido de Hugh Jackman, que después estrenó su propia versión de “Wolverine”.