Un año después que el fallecimiento de Michael Jackson ocasionara un aluvión mundial de conmoción, lágrimas y homenajes, el aniversario de su deceso también ha generado vigilias, oraciones y, por supuesto, espectáculos con su música.
Algunas estaciones de radio despertaron a sus oyentes con canciones de Jackson; en la televisión estadounidense, todos los grandes canales le dedicaron una porción de sus noticiarios. Había eventos planificados desde Tokio hasta Nueva York.
En Gary, Indiana, donde nació Michael, se reunieron funcionarios municipales, fanáticos y familiares del cantante para rendirle homenaje y descubrir un monumento en su nombre con la presencia de su madre, Katherine Jackson.
Otros cientos llegaron al cementerio Forest Lawn para acompañar la conmemoración oficial de la familia Jackson. Hubo muchas restricciones, pero se permitió que los visitantes depositaran flores cerca de la tumba del Rey del Pop, aunque al mausoleo sólo se permitió acceso de los más allegados.
En Japón, cientos de admiradores se reunieron en la Torre Tokio para honrar a Jackson. Cerca de 50 asistentes pagaron 1,100 dólares cada uno para pasar la noche en el monumento de Tokio, donde recibieron comida servida, vieron un coro de gospel y artículos de colección de Jackson y bailaron al ritmo de su música antes de guardar un momento de silencio mientras el sol salía.