El escenario para Luis Miguel es oscuro: está desesperado por saber el paradero de su madre, pero, en medio, debe recomponer su carrera sin la mano de su padre.
Encima, trata de encontrar el equilibrio en sus relaciones sentimentales mientras ejerce de guía de sus hermanos Álex (Juanpa Zurita) y Sergio (Axel Llunas). Es un ídolo atormentado, pero también un artista vulnerado que necesita que lo cuiden.
La segunda temporada de Luis Miguel, La Serie, adelanta en entrevista Diego Boneta, 'es, por mucho, más intensa que la primera', pero también más demandante en su trabajo como actor y cantante.
'Como actor, el reto era mucho mayor en esta segunda temporada por interpretar a dos personajes (a Luis Miguel en los 90 y en los dosmiles), pero también por las situaciones que viven ambos.
'Entonces, no fue un trabajo de imitación, fue de cómo hacerle para convertirte en el personaje y meterte en su psicología; cómo piensa, cómo siente, meterte en sus zapatos tal cual', asevera.
'Nunca me había tocado trabajar tanto con mi cuerpo como con esta serie, y es algo de lo que me explotó en la cabeza, porque cuando estás haciendo televisión todo es más aquí (se encuadra la cara con las manos) y se te olvida trabajar con el cuerpo.
'Eso fue algo que me ayudó mucho, sobre todo en el Luis Miguel adulto, sentir el peso de los años. Porque Luis Miguel vive como en años de perro... aunque son 10 años, para él son... híjole... ¡30 por lo menos! Entonces, ¿cómo mostrar que ya es un hombre que se sabe todas... que ya le han hecho de todas?', reflexiona.
'Para mí, algo muy importante era mostrar en esta segunda temporada a un Luis Miguel más oscuro, más complejo. En la primera era más una víctima, era ingenuo, más niño, y aquí no, aquí ya Luis Miguel sabe perfectamente el poder que él tiene dentro de la industria como cantante, como artista', refiere Boneta.
Por ello, dice emocionado, él decidió comprometerse en cuerpo y alma frente a las cámaras.
'Para mí era muy importante que fuera más humano este personaje... ¿en qué sentido? En que lo viéramos cometer errores como todo ser humano y que más de un héroe en ciertos momentos fue un antihéroe, y que el trabajo de la empatía viene en cómo hacerle para que aún cuando está cometiendo un error la audiencia pueda empatizar con él', concluye.