Ansiedad, tristeza, sensación de vacío e impotencia... Ante un aborto, aunque ocurra al principio del embarazo, es muy normal tener sentimientos como estos. Pasar por esta experiencia es algo enormemente doloroso, pero saber que no tiene por qué repetirse (el 80% de las mujeres que han sufrido un aborto terminan felizmente sus siguientes embarazos) y apoyarse en la pareja y en el entorno son actitudes que pueden ayudar a superarla.
Lo primero que debes tener en cuenta es que el aborto espontáneo es la complicación más común en la gestación; ocurre en el 10-15% de los embarazos. «Sin embargo, casi nadie es consciente de esta alta incidencia y en general se asume que la medicina actual puede prevenirlo o detenerlo», dice Ruth Bender Atik, directora nacional de la ONG The Miscarriage Association, que ayuda a mujeres en esta situación.
Los síntomas de que algo no marcha bien varían de una embarazada a otra. Algunas dejan de sentir las molestias típicas, otras experimentan dolores de regla y manchado vaginal... En todo caso, no siempre las pérdidas y las molestias en el bajo vientre son síntomas inequívocos de que el embarazo se ha interrumpido. No hay que alarmarse antes de tiempo, aunque siempre conviene consultar con el ginecólogo.
Si se confirma que se trata de un aborto, tras realizar las pruebas necesarias (ecografía, hemograma?) el especialista decidirá cómo actuar. Si el aborto es completo (se ha expulsado todo el tejido embrionario y el cuello del útero está cerrado), es posible que decida no intervenir y dejar que la Naturaleza siga su curso. En cambio, si es incompleto (quedan restos en el útero) o retenido (apenas ha habido hemorragia), hay que realizar un legrado para limpiar el útero y evitar infecciones. En algunos casos, si la gestación se ha interrumpido antes de la séptima semana y no hay muchos residuos en el útero, se utiliza un medicamento que induce las contracciones y ayuda a que el aborto se culmine.
TOCAR FONDO Y SALIR A FLOTE
Recuperarse emocionalmente tras un aborto no es fácil. Desde el momento en que una mujer sabe que está embarazada, crea una conexión especial con su futuro hijo: se imagina ¿cómo será su carita?, ¿cómo le acunará? El aborto borra de golpe estas ilusiones, dando paso a sentimientos como la incredulidad, la ansiedad, el enfado, la culpa, la sensación de vacío y también la soledad, a veces agravada por la reacción de terceras personas que no entienden el dolor de esta pérdida.
Si acabas de pasar por esta situación y estás experimentando sentimientos parecidos a estos, es importante que no los niegues y que te apoyes en tu familia y amigos para recuperarte. Habla de cómo te sientes, llora cuando lo necesites y no intentes acelerar el proceso; cada cosa a su tiempo. Además, intenta mantenerte ocupada y volver a tu vida normal lo antes posible, Si necesitas ayuda psicológica, háblalo con tu médico, que podrá remitirte a un especialista.
DALE TIEMPO AL CUERPO
Físicamente también necesitarás un tiempo para recuperarte. Y es que el descenso brusco de los niveles hormonales a los que tu organismo estaba acostumbrado no sólo afecta a tus emociones, también tiene consecuencias físicas.Trata de hacer ejercicios suaves para ayudar a tu cuerpo a liberar endorfinas, que te ayudarán a sentirte más animada. Sigue una dieta sana y equilibrada y pasea todos los días cuando haga sol, aunque sólo sea diez minutos.
¿POR QUÉ ME HA PASADO A MÍ?
Averiguar la causa no resulta tan sencillo. En más del 60% de los casos se debe a una alteración cromosómica del embrión y la propia Naturaleza se encarga de que el embarazo no siga adelante. Por otra parte, el hecho de que el 75% de los abortos ocurran en las primeras 12 semanas del embarazo hace difícil encontrar la causa, al no contar con suficientes restos embriológicos para analizar. Si se produce en el segundo o tercer trimestre, normalmente se encuentran problemas uterinos, infecciones maternas o alteraciones graves en el feto.
POSIBLES MOTIVOS
- ANOMALÍAS CROMOSÓMICAS. Hasta el 70% de los abortos espontáneos en el primer trimestre se deben a un defecto cromosómico en el feto.
- PROBLEMAS INMUNOLÓGICOS. Los anticuerpos que genera nuestro cuerpo para defenderse atacan al organismo y provocan la interrupción del embarazo.
- DESEQUILIBRIO HORMONAL. Tanto si los niveles hormonales son muy altos como si son muy bajos, pueden afectar al buen desarrollo de la gestación.
- ANOMALÍAS EN EL ÚTERO. Miomas, cicatrices debidas a intervenciones previas, un tamaño o forma anómalos. Estos factores pueden afectar al desarrollo del feto, bien porque le quiten espacio para crecer o bien porque le impidan recibir los nutrientes que necesita.
MITOS Y REALIDADES
Son creencias extendidas, aunque unas son falsas y otras sólo en parte son ciertas.
¿SI SE TIENEN MUCHAS NÁUSEAS AUMENTA EL RIESGO DE ABORTO?
No, todo lo contrario. Varios estudios han demostrado que cuanto más revuelta se siente la embarazada en el primer trimestre, menor riesgo existe de que sufra un aborto.
¿HAY ALGUNOS ALIMENTOS QUE AYUDAN A PREVENIR EL ABORTO ESPONTÁNEO?
Desde hace años se sabe que seguir una dieta rica en folatos, con mucha fruta y verdura, puede reducir el riesgo. El consumo moderado de chocolate también podría influir.
¿HABER TENIDO UN ABORTO PROVOCADO INCREMENTA EL RIESGO DE SUFRIR DESPUÉS UN ABORTO ESPONTÁNEO?
Aunque no sucede así en muchos casos, sí parece haber una relación. Posiblemente se debe a que en ocasiones, tras la interrupción voluntaria del embarazo quedan pequeñas cicatrices en el útero.
¿ES CIERTO QUE UNA MALA NOTICIA PUEDE PROVOCAR UN ABORTO?
No es frecuente, pero podría suceder, dependiendo de la gravedad de la noticia y de cómo se reciba y se interiorice. Una embarazada que entra en estado de shock segrega más cantidad de adrenalina, una hormona que puede interrumpir el riego sanguíneo a la placenta.