En la meca del cine, si alguna famosa cae en la tentación de hacerse un retoque, y se nota, lo normal es que acabe convirtiéndose en el centro de todas las burlas. Últimamente todos los dedos señalan a Charlize Theron, de 48 años de edad, como la última estrella que ha ‘arruinado’ su belleza natural recurriendo a un lifting mal hecho.
Ella no se ha quedado callada porque siempre ha dejado claro que piensa envejecer con gracia sin pasar por el quirófano. “Mi cara está cambiando, y me encanta que así sea y que esté envejeciendo. La gente cree que me he hecho un lifting. Últimamente dicen: ¿Qué se ha hecho en la cara? ¡Simplemente estoy envejeciendo! No significa que me haya hecho una cirugía plástica de mala calidad. Esto es lo que pasa”, ha asegurado en una entrevista a Allure.
Tampoco es que Charlize juzgue a sus compañeras que sí se operan para eliminar las arrugas. Lo que le molesta es el doble criterio que se les aplica, según el cual los hombres envejecen como el buen vino y las mujeres como las flores cortadas. ”Desprecio ese concepto y quiero luchar contra él, pero también creo que las mujeres quieren envejecer de una forma que les parezca adecuada. Creo que tenemos que ser un poco más empáticos con la forma en que todos afrontamos nuestro viaje”, ha asegurado.
En su caso, ella ha empezado a notar los achaques de la edad y admite que hay algunos que le molestan más que otros. Ahora tarda mucho más en recuperarse después de una lesión y le cuesta caminar o “sentarse en el retrete” si vuelve a entrenar después de faltar varios días al gimnasio.
También tiene problemas para perder peso porque su metabolismo se ha ralentizado, lo cual le ha llevado a prometerse que no aceptará más proyectos que impliquen someterse a transformación física radical, como hizo en ‘Monster’ o en ‘Tully’. ”Cuando tenía 27 años, hice ‘Monster’. Perdí 10 kilos de la noche a la mañana. Me salté tres comidas y volví a mi peso normal. Luego lo hice a los 43 para ‘Tully’, y recuerdo que un año después de intentar perder peso, llamé a mi médico y le dije: ‘Creo que me estoy muriendo porque no puedo adelgazar. Me dijo: ‘Tienes más de 40 años. Tranquilízate. Tu metabolismo ya no es lo que era’. Nadie quiere oír algo así”, ha razonado.