Ya sólo faltan 28 días para la boda real del siglo y de semiestado en Europa y el palacio de Buckingham está impecable y listo para el lujoso festejo que ofrecerá su inquilina principal y anfitriona del banquete nupcial para 600 invitados: la reina Isabel II de Inglaterra.
El príncipe William y su prometida, la plebeya Catherine Middleton, serán congratulados por gente “amiga” de la realeza en 19 salones que han sido habilitados en el monumental palacio donde el arte, los cristales, el tono dorado y la suntuosidad parecen ser cosa del diario vivir si se es miembro de la realeza.
Entre las estancias habilitadas para el festín matrimonial estarán los salones blanco y azul, la sala de música y la sala de banquetes de estado, todas en el ala oeste de la residencia oficial de la monarca británica, cerca de la galería de pinturas.
La impresionante sala de arte donde cuelgan valiosas obras de Rembrandt, Canaletto, Rubens o Tiziano, acogerá el espectacular pastel de boda que creará para la ocasión la pastelera Fiorna Cairn, de varios pisos y decorado con flores de azúcar representativas de todo el Reino Unido, y con productos ecológicos y del país.
Vivir en Rosa tiene en exclusiva las imágenes del interior del palacio de Buckingham, lugar donde el próximo viernes 29 de abril, tras culminar la misa de esponsales en la abadía de Westminster, William y Kate serán congratulados por gente vip entre amigos de los prometidos, personalidades de la vida pública y miembros de otras casas reales.
Los salones
El salón de Música destaca por un gran arco que engalana su fachada. A los costados están los salones Azul y Blanco. Al centro y sirviendo como pasillo que une los salones de estado está la apabullante Galería de Arte, envidiada por aquellos multimillonarios coleccionistas de pinturas.
Otros salones aledaños dispuestos para el banquete son el Salón del Trono y el Salón Verde. El Salón de la Guardia también se dispondrá y los invitados lo podrán distinguir por su gran estatua de mármol con la figura del príncipe Alberto vestido con el uniforme romano.
Todas estas fastuosas estancias de Buckingham sólo se usan para ceremonias oficiales y de estado. La boda real de William y Kate es un evento de este nivel y por ello se han habilitado.
Más fastuosidad
El Salón Amarillo tiene un mural del siglo XVIII que fue sustituido en 1817 por el salón de Brighton y la chimenea de este cuarto es una visión europea de cómo sería su equivalente en China.
En el centro de esta ala se encuentra el famoso balcón con las puertas de cristal del salón central por detrás. Esta sala está hecha en un estilo chino siguiendo el gusto de la reina María a finales de los años 20.
Atravesando la zona noble del ala este se encuentra una galería inmensa, conocida modestamente como el pasillo principal.
Tiene puertas y paredes de espejo reflejando pagodas de porcelana y otros elementos decorativos orientales. El comedor chino y la sala amarilla se encuentran al final del pasillo y la sala central se encuentra, obviamente en el centro.
Todos estos salones serán decorados y habilitados para distribuir a los selectos invitados que han recibido la exclusiva participación para el banquete de celebración.
Ensayo y menú
El Palacio de Buckingham realizó ayer un ensayo de la recepción oficial de la boda entre el príncipe William y Kate Middleton, que incluyó hasta la preparación de decenas de bocadillos salados y dulces, de acuerdo a un video oficial.
Desde temprana hora un ejército de cocineros elaboraba un menú similar al que será ofrecido el 29 de abril a los más de 600 invitados.
“El trabajo en las cocinas es la preparación para la recepción, un ejemplo de los canapés que estaremos ofreciendo, un repertorio de 150 tipos de bocadillos”, dijo Edward Griffiths, el director de la casa real.
El día de la boda los invitados podrán probar una buena selección de bocadillos salados, calientes y fríos, así como canapés dulces. >>