El príncipe Joaquín de Dinamarca, hijo menor de la reina Margarita, contrajo matrimonio en segundas nupcias con la francesa Marie Cavallier, en la iglesia de un pueblo en alborozo y ante personalidades y representantes de las cortes escandinavas.
Miles de daneses se congregaron en las calles de Moegeltoender agitando banderas rojiblancas bajo un sol resplandeciente para ver a los ilustres invitados y a la familia real a su llegada a la iglesia medieval de esta localidad, en el sudoeste de Dinamarca.
Al son de las campanas, el príncipe, vestido con uniforme de gala de infantería, recibió con emoción a Marie Cavallier, que lucía un elegante vestido de novia y una diadema que le habían regalado sus ahora suegros.
A su entrada al templo fueron recibidos con todos los honores.
Tomada de la mano de su marido, Marie Cavallier se convirtió frente a un altar decorado con flores de lis en la nueva princesa de Dinamarca y en la segunda francesa en entrar en la corte real de Dinamarca después de su suegro, el príncipe consorte Enrique.
El príncipe Joaquín, de 38 años, cuarto en la línea sucesoria al trono, se divorció en abril del 2005 de la princesa Alejandra, natural de Hong Kong, después de diez años de matrimonio.
Bajo hurras y aplausos de la muchedumbre, los recién casados salieron de la iglesia y se subieron a un Bugatti real descapotable que los trasladó al castillo de Schackenborg, la residencia del príncipe donde se celebrará el banquete, al abrigo de las cámaras de televisión.
El novio conoció a Marie Cavallier, de 32 años, en el 2005 en Ginebra, donde la francesa residía con su madre y su padrastro.
Noticia del día
Hoy, Dinamarca festeja boda
La francesa Marie Cavalier y el príncipe Joaquín de Dinamarca protagonizarán hoy la boda real del año, según la prensa elitista europea.
El enlace podría reunir menos gente de la realeza y personalidades habituales en tales acontecimientos, al tratarse de las segundas nupcias del cuarto en la línea de sucesión al trono. Será oficiada por el obispo de Copenhague, Erik Norman Svendsen, que bautizó el año pasado al príncipe Christian, primogénito de los príncipes Federico y Mary, y que después de la celebración religiosa tendrá lugar una fiesta privada en el castillo de Schackenborg.
La reina Margarita se ha involucrado poco en la organización del enlace porque considera que deben ser los propios novios quienes se encarguen de los detalles de una fecha tan especial para ellos. No obstante, ni ella ni su esposo, el príncipe Henrik, se han resistido a dejar pasar la ocasión para mostrar su alegría por el enlace matrimonial de su hijo pequeño.
Margarita II y Henrik han decidido dar una fiesta en honor de los novios la víspera de la boda, según la revista Billed-Bladet. Será en el Palacio de Gråsten, residencia de verano de la Familia Real danesa que se encuentra a unos pocos kilómetros de Tønder.
Entre 250 y 300 invitados están confirmados a la boda, cuyo banquete comenzará exactamente a las ocho de la noche, luego de que los novios posen para la foto oficial.