Una mujer que iba en el auto que Lindsay Lohan persiguió antes de ser arrestada dice que el incidente le ocasionó un trauma emocional que le ha costado miles de dólares en médicos y un buen empleo.
Tracie Rice viajaba en el vehículo que conducía Michele Peck, la madre de la asistente de Lohan que acababa de renunciar, cuando la actriz las siguió hasta la sede del Departamento de Policía de Santa Mónica durante una persecución a alta velocidad una madrugada de julio.
Peck llamó a la policía para reportar que una camioneta deportiva la perseguía, y las autoridades determinaron que se trataba de Lohan.
En agosto, Rice demandó a Lohan por trastorno emocional y busca una compensación por daños no especificada, así como el pago de sus cuentas médicas y otros gastos relacionados con su presunto trauma. Según documentos presentados en el Tribunal Superior de Los Ángeles a finales de diciembre, Rice gastó unos 7 mil dólares en atención médica.
