El drama de Netflix que documenta el reinado de Isabel II en distintas etapas se ha convertido en uno de los mayores éxitos de la plataforma de streaming, hasta el punto de que su creador Peter Morgan decidió añadir una sexta temporada -aún por estrenar- a pesar de que no le gusta escribir sobre eventos que hayan ocurrido en los últimos veinte años.
Al final ha acabado cambiando de opinión porque la serie acabará con la boda de Carlos y Camila, que se celebró hace exactamente 18 años. ‘The Crown’ se han enfrentado a críticas cada vez mayores en los últimos tiempos según se va acercando peligrosamente a la actualidad.
Los últimos episodios causaron un gran revuelo al introducir en la trama a Penny Knatchbull, la condesa Mountatten de Birmania y la mujer a quien siempre se le atribuyó un romance con el fallecido duque de Edimburgo marcado por la diferencia de edad de 30 años que existía entre ellos. Los próximos episodios también tendrán que abordar inevitablemente el fallecimiento de la princesa Diana, que se rumorea que se producirá fuerza de cámara.
Los actores Dominic West y Olivia Williams, que encarnan a los nuevos reyes, rodarán las escenas de la boda esta misma semana en la Catedral de York que se utilizará para recrear la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor donde contrajo matrimonio en realidad la pareja real en 2005.
Según varias fuentes interna, la decisión de terminar la historia en una nota amable responde a una estrategia de Netflix para “quitar el mal sabor de boca de los espectadores” y acercar posturas con la monarquía, que no vio con buenos la importancia que dio la trama al divorcio de Carlos y Diana y a su relación extramatrimonial con Camila.
