Cada vez más personas desean tener su huerto en casa para producir alimentos y tener un pasatiempo que les permita relajarse luego de varias horas de trabajo.
Para cultivar hortalizas en pequeños espacios, en un rincón de la terraza o en el patio de casa, se pueden usar cestas de rafia, jardineras o pequeñas mesas de cultivo con patas, ya que son los soportes más fáciles de transportar.
Determine el espacio
Si el espacio es más grande, las mesas o camas y el suelo del jardín multiplican las opciones. Solo necesita un lugar soleado y con agua disponible para empezar.
Una vez decidido el espacio dedicado al huerto, podrá adquirir el sustrato y las semillas que más le gusten, así como el abonado adecuado para obtener una cosecha óptima, semilleros de alveolos, macetas de turba y las herramientas necesarias para cultivar en recipientes o en el suelo. Para proteger la cosecha hay mallas o velos contra el frío.
Puede controlar las plagas y enfermedades de forma segura; hay una amplia gama de insecticidas, fungicidas, acaricidas y antilimacos. Para regar a mano huertos pequeños y semilleros puede emplear sistemas de riego automático por goteo o exudación.
Una actividad productiva
Tener un huerto en casa es mucho más que un saludable y productivo entretenimiento; es también una fuente de aprendizaje para los pequeños y una experiencia enriquecedora para toda la familia.
Cultivar implica aprender sobre germinación, trasplante, riego o maduración de los frutos. Para ello, lo ideal es tener un huerto.
Hay recipientes diseñados especialmente para los niños, como coloridas mesas con patas pensadas para que los pequeños trabajen con más comodidad. También se encuentran herramientas a su medida; si son estándares, deberán ser ligeras y fáciles de usar para optimizar el trabajo.
