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Unión Europea cofinancia más de 900 secadoras solares para cafetaleros

  • 12 agosto 2020 /

Uno de los puntos críticos que limitan la competitividad de la caficultura es la falta de tecnología de secado

Tegucigalpa, Honduras.

El café es el rubro agrícola más importante en Honduras. El departamento de El Paraíso ocupó el primer lugar en número de caficultores y en área cultivada, en el ciclo 2018/2019 alcanzó 15,925 caficultores y 75,297 manzanas, según el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé).

Sin embargo, aunque es importante el crecimiento en área (9,374 manzanas en el último ciclo), es más crítico y rentable mejorar la competitividad.

En El Paraíso, el Proyecto Progresa de la Unión Europea, implementado por Swisscontact en alianza con Ihcafé, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), Molinos de Honduras y las Alcaldías de Danlí y Namasigüe, está promoviendo un desarrollo competitivo e inclusivo, tal como lo expresa Elmer Osorio, de la organización Villa Hermosa: “Ahora que tenemos secadoras y apoyo en asociatividad, conseguimos un 59% más de precio y ahorramos 30% en transporte colectivo”.

Tecnología de impacto

Uno de los puntos críticos que limitan la competitividad del café es la falta de tecnología de secado, provocando que la venta de café húmedo merme las ganancias, porque el margen de negociación se reduce, adicionalmente, el comprador usa un factor de conversión de grano húmedo a seco que es complejo para el caficultor.

En lugares con malas carreteras, hay reducción de precio porque el grano se fermenta. Además, existe un pequeño porcentaje de productores que venden café en uva, por volumen y no por peso, causando pérdidas aproximadas de 18%. Datos de Progresa señalan que 85.8% de caficultores de El Paraíso venden en café húmedo.

Para dar solución a estos problemas, el proyecto Progresa cofinanció 914 secadoras solares en 135 organizaciones caficultoras, coinvirtiendo L10,701,336, donde los caficultores aportaron un 31%.

Esta tecnología permitió secar 24,678 quintales de pergamino seco, economizando en costos de secado 2.9 millones de lempiras; también se ahorró en transporte, ya que el peso se reduce casi a la mitad.

Además de reducir las mermas antes mencionadas, el secado solar reduce la pérdida de aromas y sabores en taza, ya que un secado lento, hace que el agua extraída arrastre menos aceites esenciales del grano.

El impacto es grande, ya que la tecnología se alinea a mercados de mayor valor, si es local, a través de exportadoras o si es para exportación, con cafés especiales o certificados.

Para obtener calidad en el secado, se debe cosechar café en óptimas condiciones, que se logra aplicando las tecnologías promovidas por Progresa, buenas prácticas agrícolas, de fermentación y buen lavado. Las secadoras solares cierran el ciclo para que los productores produzcan café de mayor valor.