Lawrence Summers, ex secretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, llamó al presidente Barack Obama el domingo para decirle que se retiraba de la carrera para suceder a Ben Bernanke como presidente de la Reserva Federal.
“He concluido renuentemente que cualquier proceso de confirmación posible para mí sería áspero y no beneficiaría a la Reserva Federal, el gobierno y, en última instancia, los intereses de la continua recuperación económica de la nación”, dijo Summers en una carta al presidente tras la llamada telefónica.
La decisión obliga a Obama a buscar entre otros posibles candidatos para la Fed, incluida Janet Yellen, vicepresidenta de la Fed; Donald Kohn, ex vicepresidente del banco central; y el ex secretario del Tesoro, Timothy Geithner. Obama dijo que entrevistó a los primeros dos. Geithner ha dicho que no está interesado.
En un comunicado, Obama señaló que había aceptado la decisión de Summers. El mandatario lo describió como un miembro vital de su equipo cuando EE.UU. enfrentó la peor crisis económica desde la Gran Depresión. “Su experiencia, sabiduría y liderazgo contribuyeron en buena medida a devolver la economía al crecimiento y a lograr la clase de progreso que vemos ahora”.
Summers, que fue presidente del Consejo Nacional de Economía de Obama a inicios de su presidencia, era considerado la primera opción del presidente para liderar la Fed, pero la oposición de grupos liberales y femeninos, y, aun más importante, de algunos demócratas en la Comisión de Banca del Senado, fue en aumento.
Para ellos, Summers se convirtió en un símbolo —una especie de caricatura, dicen sus admiradores— de todos los fracasos de regulación financiera que, dicen, llevaron a la devastadora crisis financiera.
En las últimas semanas, el presidente ha encarado crecientes ataques de su flanco izquierdo sobre el alcance de la vigilancia en Internet de la Agencia Nacional de Seguridad y sobre su decisión de atacar Siria, y ello complicó la posible nominación de Summers.
“Era claramente el favorito del presidente”, dijo un ex alto funcionario del gobierno. “Después de todos los problemas que tuvieron con la base, una ardua batalla de confirmación parecía un puente muy difícil (de cruzar)”.
“La mayor parte del problema fue Siria y dejar por mucho tiempo que la posibilidad de su nominación fuera debatida sin hacer un anuncio oficial, ni defenderla”, agregó el ex funcionario.
El segundo término de Bernanke en la Fed expira el 31 de enero y ha indicado que no desea un tercer período.
El retiro de Summers coincide con el quinto aniversario del colapso del banco de inversión Lehman Brothers y la crisis financiera que desató, un evento que la Casa Blanca quería usar para desviar la atención desde Siria hacia la economía. El gobierno ha planeado una serie de eventos para esta semana, incluyendo discursos en la Casa Blanca hoy lunes y ante un grupo de empresarios el miércoles, además de una reunión con exportadores el jueves.
El polémico proceso de selección aumenta los desafíos que enfrenta el sucesor de Bernanke, tanto en el manejo de la economía, como en el del propio banco central estadounidense.