La secretaria de Estado de EUA, Condoleezza Rice, ha estado presionando a sus colegas ministros de Relaciones Exteriores en un intento por ayudar al asediado presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, a mantener su cargo, aseguró ayer un vocero de Rice.
Wolfowitz, ex alto funcionario de Estados Unidos y uno de los arquitectos de la guerra de Irak, es presionado por diferentes sectores a renunciar luego de la revelación el mes pasado de que orquestó una maniobra fraudulenta para promover y subir el sueldo de su novia Shaha Riza, empleada del Banco Mundial.
La Casa Blanca
El presidente estadounidense George W. Bush se ha mantenido firme en apoyar a su ex funcionario en su decisión de no renunciar.
Durante las últimas semanas, Rice también manifestó su apoyo, dijo el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack.
Durante las últimas dos semanas, y en el curso de sus reuniones habituales con algunos ministros extranjeros, ha mencionado su alta estima por Paul Wolfowitz y el trabajo que realiza en el Banco Mundial, agregó.
McCormack se negó a revelar los nombres de los interlocutores de Rice, aunque el New York Times informó ayer que entre ellos había ministros de países de Europa, donde los pedidos de que Wolfowitz renuncie han sido más intensos. McCormack reafirmó que la administración estadounidense respalda a Wolfowitz, en momentos en que el directorio del Banco Mundial evalúa su futuro.
Nuevo plazo
Tras más de un mes de haberse producido el escándalo, la directiva del Banco Mundial declaró el miércoles que le dará una semana más a Wolfowitz para defenderse contra las acusaciones de nepotismo.
Wolfowitz, de 63 años, ha negado rotundamente las acusaciones de manejar la carrera de su compañera en el banco, en el cual ella trabaja desde antes de que él fuera nombrado presidente en 2005. Sin embargo, todavía no ha podido convencer a sus detractores, que siguen pidiendo su cabeza.
Cifras
193,590 dólares
Anuales ganaba Shaha Riza tras ser transferida al Departamento de Estado.