A pesar de estar ubicado cerca de Tegucigalpa, el puerto de San Lorenzo se halla en mal estado por el olvido al que ha sido sometido muchos años.
Con el Plan de Nación que promueve la administración de Porfirio Lobo, las fuerzas vivas de Valle y Choluteca esperan mayor apoyo para esta instalación portuaria.
Inversiones en carreteras y equipos son apenas unas cuantas prioridades para que San Lorenzo no pierda los pocos clientes que usan sus servicios para importar bienes estratégicos como los combustibles.
La inauguración de las operaciones del puerto La Unión, en El Salvador, el pasado 21 de junio ha encendido las alarmas en varios sectores de la sociedad de este departamento, ya que en el mediano plazo muchas empresas pueden trasladar sus exportaciones e importaciones al vecino país. El Gobierno salvadoreño invirtió 187 millones de dólares -unos 3,534.3 millones de lempiras- para construir ese nuevo puerto en el océano Pacífico.
Punto de entrada
Por este municipio sureño ingresa vía marítima el 40% del combustible consumido en el país. Casi la mitad del búnker importado para la generación de energía eléctrica -6.2 millones de barriles en total- entra por aquí para mover el parque térmico más grande de Honduras en Pavana, Choluteca, con capacidad de generar 387 megavatios. De la misma forma, alrededor del 60% de los 40,000 vehículos nuevos importados al año llegan por el puerto de San Lorenzo procedentes de países asiáticos como Japón, Corea y China.
Los empresarios hondureños exportan caña de azúcar, melaza, madera y óxido de hierro, que generan buena cantidad de divisas para sostener la economía nacional. Inversionistas extranjeros han dejado entrever el interés de instalar en los predios portuarios una planta de almacenamiento de biodiésel.
En sus 31 años de operaciones, el puerto ha sufrido pocos cambios y los más recientes han sido en materia de seguridad después de que la Organización Marítima Internacional, OMI, pusiera en vigencia un programa de certificación.
