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Palmeros piden estudios para proteger cultivos del Aguán

  • 15 septiembre 2014 /

Rara enfermedad amenaza a la región que concentra el 45% de la producción de palma aceitera.

San Pedro Sula, Honduras.

Los valles del Aguán y Sico, en el departamento de Colón, aportan el 45% de la producción nacional de palma africana en cerca de 70 mil hectáreas de las 135 mil habilitadas para esta planta en Honduras.

Dichas cifras significan un monto anual de L2,000 millones y es la fuente directa de empleo de unas 15 mil personas, convirtiéndose en la actividad económica más importante, incluso de otros municipios como Sabá y Tocoa, en el departamento de Colón, y Olanchito, en el de Yoro.

Tras el presunto brote de una enfermedad en los cultivos que aún no logra ser identificada, parte de los productores involucrados exigen a las autoridades que se hagan los estudios correspondientes antes de que el problema abarque otras dimensiones.

“El Gobierno debería asegurarse si hay o no hay; ese el principio. El tema no es nada sencillo de determinarlo. Una vez que sea identificado que está, entonces no solamente ellos deben poner mano, tendríamos que ponernos en alerta todos los involucrados”, expresa Óscar Antúnez, productor y asesor técnico de 800 palmeros en la zona.

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Respecto a lo anterior, otros productores de la localidad refieren que en apariencia podría tratarse de un brote de pudrición de cogollo (PC), pero aclara que si estuviera confirmada tal plaga “no estaría dando esta entrevista”.

Los productores de la zona creen que esto es obra del insecto picudo, la enfermedad anillo rojo o ambas plagas, con las cuales han estado luchando desde hace años y que son controlables.

En algunas fincas viejas, el problema apenas se nota, pero en cultivos que recién han empezado a producir, el problema es más evidente. En las fincas jóvenes hay bellotas ya secas, que ellas solas se desprenden de la planta; la fruta se pudre.

“Nosotros creíamos que era el picudo, hemos puesto medicina para controlar el mal, pero continúa. No sabemos si es otra enfermedad o si es el picudo.

Pero es la primera vez que se nos presenta una enfermedad de este tipo, ya tenemos varios años de estar batallando con otras”, manifestó Natividad Bustillo, productor del municipio de Sabá, uno de los más afectados por el brote.

Contexto histórico

Los cultivos de palma africana en el valle del Aguán se remontan en 1971, impulsados por el presidente Oswaldo López Arellano. Cerca de veinte años después, las cooperativas específicas a ese rubro ascendían a 55 y cada una estaba formada por 30 afiliados, aproximadamente.

Después comenzaron a proliferar productores que cultivaban en plantaciones de una a seis hectáreas, porque quedaban parcelas que las cooperativas repartían para vender.

En la actualidad, se contabilizan siete procesadoras y empacadoras de palma, únicamente en el Aguán, de 32 que existen en Honduras. Algunas de estas poseen hasta 5 mil hectáreas, dado que el número de afiliados se redujo hasta la mitad de lo que existió a principios de los años 90.

Desde entonces, los productores todavía no logran convivir con un factor determinante: el cambio climático.

“Lo que más afecta aquí es el clima, problemas de sequía y tampoco se siguen los programas de manejo de fertilización”, comenta un palmero local.

Además de sembrar el producto de mayor exportación en el mercado nacional, esta zona de Colón produce arroz, banano, áreas de plátano a pequeña escala y el maíz.

Apoyo masivo

A más de un mes del anuncio que realizó el presidente Juan Orlando Hernández de acordar con la banca nacional privada una tasa de interés de 7.25%, como intermediaria de los fondos del fideicomiso agrícola de L1,500 millones, los productores de palma no dudan de que hay expectativas positivas respecto a los próximos años.

El proyecto de financiamiento al sector agrícola tiene contemplado periodos de gracia de entre dos y quince años, dependiendo de la estacionalidad de los cultivos, ya sean granos básicos, hortalizas o la palma.

Entre los planes definidos con los préstamos, se contempla doblar la cantidad de terrenos de palma aceitera en Colón.

Además, ampliar las siembras a nivel nacional, buscando como objetivo primario la producción de granos básicos, como maíz, sorgo, arroz, soya y frijoles.

El Gobierno explicó en un comunicado oficial que el fondo para el sector agroalimentario sale de la diferencia del 12% al 15% de impuesto sobre venta, adquiriendo apenas un tercio de lo que se recauda para fortalecer el sector agroalimentario del país.