23/05/2025
06:45 PM

Negociación del salario mínimo se inclina hacia acuerdo trienal

Sector privado aboga para crear oportunidades para los 350,000 desempleados.

San Pedro Sula, Honduras.

En diciembre próximo inician las negociaciones para definir el nuevo salario mínimo que devengan más de 650,000 hondureños cada mes.

El sector privado ha manifestado su interés para que este ajuste sea trienal como el alcanzado en 2014.

“Considero que para todo Honduras fue provechoso, en el sentido que nos dio seguridad y predictibilidad para las inversiones, reglas claras para los trabajadores y para los empresarios”, considera Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), sobre el acuerdo de tres años.

Por ahora, la clase trabajadora y el sector privado esperan la convocatoria del Gobierno para instalar la comisión de salario mínimo.

Para llegar a un acuerdo, las tres partes consideran los niveles de inflación del Banco Central de Honduras (BCH), así también la Secretaría de Trabajo presenta un estudio sobre la situación del mercado laboral, la productividad y estabilidad macroeconómica.

“Tenemos grandes ejemplos que cuando se negocia a pedido por dos o tres años, los acuerdos terminan siendo más efectivos y más fructífera para ambos sectores”, dice Carlos Madero, ministro de la Secretaría de Trabajo.

El funcionario agrega que al abrir las negociaciones surgirán propuestas y contrapropuestas de los sectores, buscando lo más equitativo para la población.

“Es evidente que el país ha tenido una estabilidad económica que no había logrado en muchos años y eso mejora las condiciones de negociación, porque permite a las partes tener una información certera”, adelanta Madero.

Desafíos

La gran mayoría de las empresas fuera de las grandes ciudades no pagan el salario mínimo que establece la ley, señala Daniel Aguilar, presidente de la Asociación Nacional de Industriales, debido a la falta de capacidad para hacerle frente a estos compromisos adquiridos y porque la mayoría están en la informalidad.

“Tenemos que generar nuevas fuentes de trabajo, porque cada año entran alrededor 150,000 personas a la fuerza laboral y solo generamos entre 30,000 y 40,000 empleos”, añade el empresario.

Aguilar aboga por pensar en los 350,000 hondureños desempleados y crear las condiciones para mejorar la competitividad del mercado laboral del país.

A nivel de la región, Honduras tiene el segundo salario mínimo más alto, solo detrás de Costa Rica, con una economía tres veces más grande.