San Pedro Sula, Honduras.
Honduras se posiciona en el lugar 64 de 159 países estudiados en el Reporte Anual 2016 de Libertad Económica del Mundo.
A nivel de Centroamérica, el mejor ubicado es Costa Rica (28), le sigue Guatemala (34), Panamá (37), El Salvador (42), Nicaragua (45) y muy por debajo Belice en el 122.
A propósito, la oficina de la Asociación Nacional de Industriales (Andi) sirvió como escenario de discusión de esta investigación hecha por el
Fraser Institute, la fundación Friedrich Naumann para la Libertad y la Alianza para Centroamérica.
“La seguridad jurídica es uno de los indicadores más importantes para Centroamérica”, dice David Henneberger, director de proyectos para CA de la fundación alemana Friedrich Naumann, al tiempo que agrega que este factor lo deben desarrollar todos los países de Latinoamérica.
“Hay cosas que mejorar, pero también hay que mostrar que la región centroamericana no va mal y demostrarle al mundo que Honduras es un buen lugar para invertir”, añade Henneberger, al tiempo de invitar a los gobiernos, sector privado y sociedad civil a leer el informe para apoyarse al momento de tomar decisiones.
El Reporte Anual de Libertad Económica del Mundo lleva publicándose desde hace varias décadas y en Centroamérica por cuarta edición.
En la discusión, representantes de cada país del istmo centroamericano expusieron la situación de libertad económica, esto con el objetivo de cerrar las brechas para mejorar la competitividad.
Por parte de Honduras, la presentación del informe estuvo a cargo de investigadores de la Fundación Eléutera, quienes reiteraron los retos del país en seguridad jurídica.
“Es importante enterarnos de lo que está sucediendo en materia de libertad económica porque eso ayuda a crear las condiciones para atraer inversión extranjera”, manifiesta Daniel Aguilar, presidente de la Andi.
El empresario asegura que hay desafíos, como conseguir un registro sanitario para las empresas en ramas farmacéuticas o alimenticias, o las inspecciones que tienen que ver con regulación sanitaria.
Esa situación pone en desventaja frente al resto de los países, porque atrasa las exportaciones y la libre circulación de las mercancías.
Honduras se posiciona en el lugar 64 de 159 países estudiados en el Reporte Anual 2016 de Libertad Económica del Mundo.
A nivel de Centroamérica, el mejor ubicado es Costa Rica (28), le sigue Guatemala (34), Panamá (37), El Salvador (42), Nicaragua (45) y muy por debajo Belice en el 122.
A propósito, la oficina de la Asociación Nacional de Industriales (Andi) sirvió como escenario de discusión de esta investigación hecha por el
Fraser Institute, la fundación Friedrich Naumann para la Libertad y la Alianza para Centroamérica.
“La seguridad jurídica es uno de los indicadores más importantes para Centroamérica”, dice David Henneberger, director de proyectos para CA de la fundación alemana Friedrich Naumann, al tiempo que agrega que este factor lo deben desarrollar todos los países de Latinoamérica.
“Hay cosas que mejorar, pero también hay que mostrar que la región centroamericana no va mal y demostrarle al mundo que Honduras es un buen lugar para invertir”, añade Henneberger, al tiempo de invitar a los gobiernos, sector privado y sociedad civil a leer el informe para apoyarse al momento de tomar decisiones.
El Reporte Anual de Libertad Económica del Mundo lleva publicándose desde hace varias décadas y en Centroamérica por cuarta edición.
En la discusión, representantes de cada país del istmo centroamericano expusieron la situación de libertad económica, esto con el objetivo de cerrar las brechas para mejorar la competitividad.
Por parte de Honduras, la presentación del informe estuvo a cargo de investigadores de la Fundación Eléutera, quienes reiteraron los retos del país en seguridad jurídica.
“Es importante enterarnos de lo que está sucediendo en materia de libertad económica porque eso ayuda a crear las condiciones para atraer inversión extranjera”, manifiesta Daniel Aguilar, presidente de la Andi.
El empresario asegura que hay desafíos, como conseguir un registro sanitario para las empresas en ramas farmacéuticas o alimenticias, o las inspecciones que tienen que ver con regulación sanitaria.
Esa situación pone en desventaja frente al resto de los países, porque atrasa las exportaciones y la libre circulación de las mercancías.