24/11/2025
10:36 AM

Iron Man quiere trasladarse de Hollywood al Pentágono

El ejército de EE.UU. trabaja con la firma de efectos especiales que creó el traje del superhéroe para llevarlo a la realidad.

Nueva York, Estados Unidos.

Los diseñadores de Le­gacy Effects, con varias nominaciones al Oscar a su haber, vistieron a in­olvidables guerreros de la pan­talla grande como Terminator, RoboCop, Capitán América y Iron Man.

La empresa de efectos especia­les ahora trabaja en lo que pare­ce una misión imposible: diseñar un traje al estilo de Iron Man para proteger y propulsar a la tropa de élite de Estados Unidos, con una armadura equipada con un ágil exoesqueleto que les permita a los soldados cargar cientos de ki­los de equipos.

Las impresoras 3D que en su momento produjeron partes para la armadura roja y dorada que usó el actor Robert Downey Jr. en Iron Man ahora están generando las piezas de un prototipo para el Pentágono. Funcionarios militares analizaron hace poco tres diseños, el paso inicial de un proyecto del Comando de Operaciones Especia­les de EE.UU. para crear una nueva generación de trajes blindados en los próximos cuatro años.

“Intentamos ser revoluciona­rios”, dijo Mike Fieldson, el geren­te militar del proyecto conocido como TALOS, siglas en inglés de “Traje liviano de operador de asal­to táctico”.

Integran el equipo un grupo de bioingenieros, ex soldados, exper­tos en tecnología y un investiga­dor canadiense que estudia los se­cretos de los caparazones de los insectos. Las empresas incluyen a fabricantes de utilería, pequeñas firmas de tecnología y titanes de la industria de la defensa como Raytheon Co., Lockheed Martin Corp. y General Dynamics.

El traje podría cambiar la for­ma en que los militares estado­unidenses combaten. Las fuerzas estadounidenses han trabajado durante años para reducir el peso que cargaban por las zonas de guerra en Irak y Afganistán, más de 55 kilos en algunas misiones, incluidas armas, electrónicos y corazas blindadas.

Desarrolladores del traje de Iron Man afirman que este podría pesar más de 180 kilos, lo que re­queriría un exoesqueleto acciona­do para desplazar las tropas blin­dada con velocidad y agilidad. El problema es que los exoesquele­tos actuales no pueden realizar esa tarea.

“Hollywood hizo el traje de Iron Man imposiblemente delga­do, imposiblemente liviano, impo­siblemente ágil e imposiblemen­te eficiente en el uso de energía”, sostuvo Russ Angold, cofundador de Ekso Bionics, una empresa de California que diseña principal­mente exoesqueletos para uso médico. “Entones, realmente in­tentamos resolver el problema y preguntar: ¿cómo luciría Iron Man si fuera real?”.

No es la primera vez que el Pen­tágono intenta diseñar un traje de combate futurista. Los militares estadounidenses han gastado de­cenas de millones de dólares en prototipos que no funcionaron como se esperaba. Por eso algunos congresistas han planteado dudas sobre esta nueva iniciativa, que comenzó hace un año y que hasta el momento ha gastado alrededor de US$10 millones.

“Se entiende la visión a largo plazo pero, por ahora, gran parte sigue estando en el ámbito de la ciencia ficción y el entretenimien­to”, señala Peter Singer, investi­gador sénior del proyecto “Futu­ro de la Guerra” de la Fundación New America. “Hay mucho camino por recorrer, pero las barreras téc­nicas no son insuperables”.

Uno de los principales obstá­culos es generar energía. Inves­tigadores del Pentágono estiman que se necesitan 165 kilos de ba­terías para activar el tipo de tra­je que tienen en mente los desa­rrolladores. Los investigadores analizan de colocar un pequeño motor, diseñado para los drones, como sustituto.

El problema llevó a los milita­res a pedirle al investigador cana­diense Alain Bujold que desarrolle una alternativa de exoesqueleto sin baterías. Para ayudar a solu­cionar el dilema, su equipo estu­dia a luchadores de sumo, para entender cómo hombres de 270 kilos pueden moverse en forma tan ágil.

Los prototipos están diseña­dos para tres miembros de las Fuerzas de Operaciones Espe­ciales que participan en las prue­bas. Los equipos tomaron imáge­nes escaneadas de sus cuerpos y desarrollaron maniquíes de los hombres para adaptar los trajes a la medida.

En mayo se realizaron pruebas de los primeros diseños del traje y los resultados demostraron que falta mucho por mejorar. Un sol­dado tuvo problemas para correr, hacer un clavado en el agua y dis­parar con el exoesqueleto de me­tal alrededor de sus piernas. Y eso fue antes de sumarle el sistema de ventilación y otros componentes avanzados.

A medida que avanzó el pro­yecto, Angold invitó a las personas que hicieron los trajes originales de Iron Man. Si Legacy podía di­señar trajes funcionales para las películas, pensó, quizás podían hacerlo para los militares. “Cuan­do haces algo para una película es todo de fantasía”, dice Lindsay MacGowan, uno de los fundado­res de Legacy Effects. Los efectos especiales se ocupan de la tecno­logía imaginada del traje, como su capacidad de volar. “Pero no será realmente así para los militares”.

Es poco probable que los trajes de prototipo luzcan tan bien como los del cine, sostienen los diseña­dores. “Este (traje) no va a volar pronto, ni será rojo ni dorado, pero será algo que pasará a la historia”, afirma MacGowan.