San Salvador, El Salvador
El frágil equilibrio de las finanzas públicas de El Salvador pone en riesgo el gasto, advirtió esta semana Ricardo Castaneda, investigador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
Una de las señales que tomó el investigador del Icefi es la propuesta del plan de gastos para 2016 que ha presentado el Gobierno del país centroamericano.
“Desde ahí ya se contempla una reducción del Estado”, dijo Castaneda, porque hay un fuerte ajuste en la meta de los gastos para la presidencia y otros ministerios.
Si se toma el detalle de las proyecciones para cada institución, el presupuesto 2016 contempla una reducción de $144.9 millones en el Ejecutivo. Por otro lado, la inversión pública tendrá una reducción de $9.7 millones en el programa inicial, aunque la inversión muestra una tendencia a la baja desde 2014.
Para Castaneda, se puede mejorar en otro tipo de gastos, como los subsidios, que no se concentran en la población vulnerable, por ejemplo, el caso del subsidio para la compra de gas en los hogares, pequeños negocios y organizaciones de beneficencia.
En la zona rural, este subsidio lo recibe el 54.4% de la población en condiciones de pobreza extrema y total, pero en la zona urbana esta subvención para el gas lo recibe el 9.1 % de la población en pobreza extrema y 72% de los considerados “no pobres”.
Aunque el Estado ha modificado la entrega de estas subvenciones, la reducción en el monto total del gasto obedece más a una situación externa: la caída en el precio del petróleo.
Carlos Cáceres, titular del Ministerio de Hacienda, ha insistido en que tiene muy poco margen de maniobra. Cada año, $7 de cada $10 asignados al gasto público están comprometidos.
