San Pedro Sula, Honduras.
Las exoneraciones fiscales de Honduras ascienden a unos L37,000 millones, es decir, alrededor del 7% del producto interno bruto (PIB), una cifra de la que economistas exhortan a evaluar “con urgencia”.
Con el fin de favorecer la atracción de inversión extranjera directa, algunos Gobiernos han facilitado beneficios a las zonas francas, exportadores, centros de llamadas, operadores de turismo, entre otros, para incrementar la producción y el empleo nacional, dice Abelardo Medina, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), en declaraciones a la agencia EFE.
Honduras, Nicaragua y El Salvador son los países que entregan ayudas tributarias más atractivas, con políticas proteccionistas de por vida; en cambio, Costa Rica y Guatemala están enfocados en el tiempo a unos 20 o 30 años.
“Los incentivos deben ser limitados en tiempo y decrecientes, así es en el mundo. Guatemala y Costa Rica lo tienen claro, pero en el resto de la región no es así, y lo que estamos haciendo es generando ineficiencia dentro del mismo sector empresarial porque las compañías no se vuelven competitivas”, puntualizó Medina, quien insta a no entregar beneficios fiscales a medias.
Las exoneraciones fiscales de Honduras ascienden a unos L37,000 millones, es decir, alrededor del 7% del producto interno bruto (PIB), una cifra de la que economistas exhortan a evaluar “con urgencia”.
Con el fin de favorecer la atracción de inversión extranjera directa, algunos Gobiernos han facilitado beneficios a las zonas francas, exportadores, centros de llamadas, operadores de turismo, entre otros, para incrementar la producción y el empleo nacional, dice Abelardo Medina, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), en declaraciones a la agencia EFE.
Honduras, Nicaragua y El Salvador son los países que entregan ayudas tributarias más atractivas, con políticas proteccionistas de por vida; en cambio, Costa Rica y Guatemala están enfocados en el tiempo a unos 20 o 30 años.
“Los incentivos deben ser limitados en tiempo y decrecientes, así es en el mundo. Guatemala y Costa Rica lo tienen claro, pero en el resto de la región no es así, y lo que estamos haciendo es generando ineficiencia dentro del mismo sector empresarial porque las compañías no se vuelven competitivas”, puntualizó Medina, quien insta a no entregar beneficios fiscales a medias.