Tegucigalpa
El director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, destacó este miércoles en Honduras el papel crucial del café en la transformación de los sistemas agroalimentarios y abogó por convertir el sector en una industria “más eficiente, inclusiva y resiliente”, durante la inauguración de la primera Cumbre del Café de la Celac.
La Cumbre del Café de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), titulada “Agricultura y economía familiar para el desarrollo regional”, ofrece una “oportunidad única para intercambiar conocimientos sobre cómo transformar el sector café en una industria más eficiente, inclusiva y resiliente”, subrayó Dongyu.
El director de la FAO destacó que la industria cafetera puede desempeñar “un papel crucial” en la transformación de los sistemas agroalimentarios.
El sector se enfrenta a varios desafíos que requieren “atención urgente”, como la pérdida de biodiversidad, plagas, enfermedades y la alta volatilidad de los precios, advirtió. Dongyu también afirmó que uno de los mayores retos es lograr que los pequeños productores “tengan una buena utilidad” por su producción y mejoren sus condiciones de vida, e instó a la región a añadir valor agregado a su café para crear una industria “fuerte” que aproveche su potencial.
Regionalizar el café
Recalcó que Honduras es el mayor productor de café de Centroamérica y la actividad cafetalera del país centroamericano está en manos de 120,000 productores, el 90 % de ellos pequeños.
El sector cafetero desempeña “un papel vital en la economía del país, generando puestos de trabajo, ingresos de exportación y apoyando los medios de subsistencia de los pequeños agricultores”, enfatizó el director de la FAO.
“Para que el sector del café pueda aprovechar su potencial es crucial dar prioridad a soluciones de impacto”, apuntó Dongyu, quien recomendó modernizar la infraestructura y la tecnología, canales de comercialización y redes de transporte para mejorar la calidad del grano y reducir las pérdidas poscosecha.
Se refirió, además, a la promoción de prácticas agrícolas resistentes al clima, como el cultivo de café a sombra y la agrosilvicultura, para salvaguardar los cultivos frente a condiciones meteorológicas extremas y plagas, así como mejorar la salud del suelo, y exhortó a Honduras a centrarse en medidas de adaptación al clima.