Las persistentes debilidades en infraestructura, seguridad ciudadana y jurídica colocan a Honduras entre los países menos competitivos de Latinoamérica.
El informe que publica el Instituto de Competitividad de la Escuela de Negocios Aden ubica al país en el puesto 13 entre 18 naciones latinoamericanas evaluadas.
Aunque el descenso global de competitividad de Honduras es relativamente leve (0.24%, según el estudio), el verdadero problema es que el país no se está haciendo más competitivo.
“Honduras tiene algunas debilidades que debe corregir, relacionadas con infraestructura, con necesidades que no están satisfechas en ninguna forma y algunas debilidades que tienen que ver con inseguridad ciudadana y con la desconfianza de la población en la gestión de
Gobierno y de la clase política”, comentó Alejandro Trapé, director del Instituto de Competitividad de Aden.
Aspectos destacados
Los aspectos que componen el informe consideran aquellos en los que ha habido avances y aquellos en los que por el contrario se ha retrocedido.
Las mejoras provienen básicamente de lo sucedido en acceso a la tecnología (+4.3%), infraestructura (+3.3%) y aspectos institucionales (+3.2%). Los principales retrocesos provienen de un menor grado de estabilidad macroeconómica (-7.1%), menor eficiencia en las relaciones laborales (-3.8%) y aspectos relativos a la educación (-4.2%).
“Estos problemas no son exclusivos de Honduras, pero aquí se están manifestando con mayor importancia que en otros países”, observa Trapé.
El director de Aden agrega que el propósito del informe no se limita a asignar una posición en un listado, sino también tratar de explicar las razones por las que Honduras se encuentra en la posición que ocupa, así como lo que debe hacer para estar en una mejor posición respecto a la próxima medición, que se llevará a cabo dentro de seis meses.
Entre los aspectos en que es necesario mejorar, Trapé menciona seguridad ciudadana, cobertura de necesidades básicas, solución de problemas relacionados con infraestructura de caminos, puertos y aeropuertos y el cuidado de algunas variables que no están tan mal en Honduras, como inflación, que, si bien ha crecido, se mantiene muy debajo de lo que sucede en otros países.
Empresarios
Los representantes del sector empresarial, haciendo eco del análisis que publica la Aden, han señalado otros factores que le restan competitividad al país.
Fernando García, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Industriales, Andi, hizo notar la falta de seguridad para hacer inversiones, además de diversos factores en los últimos meses que han complicado el panorama. “Nos afecta el incremento del salario mínimo, el costo de la energía y los combustibles, los apagones, el valor del transporte. Debería haber un plan de Gobierno para apoyar al sector industrial”, dijo García sobre los factores que hacen perder competitividad como país.
“Las inversiones no se terminan de consolidar porque ha habido variaciones en las reglas del juego, pues el sector es perjudicado por una tasa con esa ley que aprobó el Congreso y eso ha detenido inversiones que ya estaban adquiriendo mucho auge”, comentó el empresario José Martín Chicas.
En conclusión, aunque la situación nacional no es para nada halagüeña, es todavía rescatable, tomando en cuenta que otros países tienen desempeño aún peor que el hondureño. Sin embargo, el consejo de los analistas es poner manos a la obra.
El índice de competitividad de la escuela de negocios Aden
El Instituto de Competitividad de Aden elabora desde 2010 mediciones de competitividad para países latinoamericanos. A partir de estas estimaciones, en agosto de 2011 se construyó el primer listado de competitividad para estos países, utilizando la información recopilada y sistematizada en los índices complejos de competitividad, ICC, de cada uno de ellos.
El objetivo del listado es conocer el posicionamiento competitivo de países latinoamericanos sobre la base de los diez aspectos que Aden considera para evaluar la competitividad al calcular el ICC: cobertura de necesidades básicas, aspectos institucionales, infraestructura, estabilidad macroeconómica, salud, educación, expectativas de la población, competencia en los mercados, eficiencia en las relaciones laborales y acceso a la tecnología. Al mismo tiempo se apunta a explorar los motivos que ubican a cada país en tal posición y efectuar una lectura proactiva respecto de las acciones que debería encarar para sostener y mejorar su posicionamiento.
La importancia de este análisis desagregado radica en que aquí se pueden identificar las áreas en que cada país tiene ventajas y desventajas, de lo cual surgirán las conclusiones sobre acciones por desarrollar y focalización de políticas. Utilizando un análisis comparativo, la apertura por aspecto permite no sólo identificar en qué sector un país se encuentra rezagado, sino observar cuáles le sacan ventaja en ese apartado en particular.
