La Unión Europea, UE, atacada desde el martes ante los jueces de la OMC por sus ayudas a Airbus, replicó ayer acusando a Estados Unidos de haber pagado desde 1990 unos 23.700 millones de dólares en subvenciones no reembolsables al constructor aeronáutico Boeing.
“Boeing no tuvo que devolver un céntimo”, subrayó a la prensa un responsable europeo que requirió el anonimato, “mientras que Airbus devolvió las ayudas a los Estados”.
El representante de Estados Unidos evaluó esas ayudas en 15.000
millones de dólares y calculó que Airbus había obtenido de ellas, desde su creación, un beneficio “que supera ampliamente los 100.000 millones de dólares”.
Esta cifra “es francamente risible”, replicó el vicepresidente de Airbus, Derek Sharples.
La UE estimó, en cambio, que el gobierno federal estadounidense, a través de la Nasa o el Pentágono, pagó a Boeing 18.900 millones de dólares entre 1990 y 2004; además de otros 4.800 millones provenientes de varios estados federales.
El contencioso Boeing-Airbus se produce mientras China acaba de anunciar su programa aeronáutico para competir en los próximos años con los dos constructores occidentales, que dominan actualmente el mercado mundial de los aparatos de más de 100 plazas.
Proceso
Más de dos años y medio después de haber interpuesto en octubre de 2004 sus recíprocas querellas contra Boeing y Airbus, estadounidenses y europeos se vieron las caras por primera vez.
