El escándalo de las carnes adulteradas, de las que Brasil es el mayor exportador mundial, podría costarle el 10% del mercado externo y pérdidas cercanas a los $1,500 millones anuales.
Según la cifras, el gigante sudamericano es primero en carne bovina y pollo, además del cuarto en apartado de cerdos.
El valor medio diario de las exportaciones de carne brasileña cayó un 19% durante la semana posterior a la operación policial que desató el escándalo.
Ante tal contexto, los mercados emergentes descubren una valiosa oportunidad para agilizar sus procesos sanitarios y aprovechar las cuotas que quedarán vacías, sobre todo en Asia y Europa.
“Lo de Brasil es una situación que resolverán en el mediano plazo. Obviamente abre espacios en otros países, pero Honduras apenas reabrió una planta para exportar y la otra dentro de 20 a 30 días estará lista. Habrá que auscultar esos mercados”, refiere Santiago Ruiz, representante del sector ganadero ante el Senasa.
A su criterio, algunos de los mercados más interesantes son Japón, Taiwán y Corea del Sur. “No creo que el impacto dure por mucho tiempo, porque son países grandes y con una cobertura de mercado así, deben resolver sus asuntos rápido”, sostiene.
Agrega que Honduras tiene las ventajas competitivas que necesita potenciar.
A partir del 20 de abril, la Empresa Ganadera de Honduras SA (Emgahsa), bajo la marca CyD, reabrirá operaciones para exportar a 17 países, entre ellos Estados Unidos.
Adicional, pronto iniciará Del Corral en Siguatepeque, y para 2018 habrá una tercera planta exportadora de carne bovina en el país.
“Obviamente, el problema en Brasil nos abre oportunidades a los mercados emergentes para trabajar rápido y suplir esos países que ellos suplían. Eso vendrá a estimular para que trabajemos rápido”, indica Julio Aparicio, asesor presidencial y representante de granos básicos en el Senasa.
El funcionario adelantó que la tercera planta que busca su certificación para exportar carne estará en Comayagua y será de capital privado.
“Hay una buena oportunidad para ampliar los mercados. Necesitamos seguir estableciendo verdaderos controles sanitarios en las plantas que exportan y en las importaciones para que así los consumidores hondureños no se lleven sorpresas”, dice Edgardo Leiva, directivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras.
Brasil exporta anualmente $5,500 millones en carne de res y $6,500 millones en carne de pollo.