Creación de más puestos de trabajo, salarios más dignos y mayor seguridad. En ese orden enumeraron los ciudadanos sus más grandes aspiraciones en materia económica para el próximo año.
Lo anterior sirve como un llamado de atención para las nuevas autoridades que asuman el poder a partir del próximo 27 de enero, pues muchos ciudadanos cifran sus esperanzas en que la nueva administración cumpla con las promesas hechas durante la campaña y que atrás quede la caótica situación que se ha venido arrastrando durante los pasados seis meses, para encaminarse por la ruta del desarrollo y el progreso.
Empleo
En primer lugar en la lista de prioridades de los ciudadanos está la creación de más puestos de trabajo, lo cual no resulta para nada extraño tomando en cuenta que el 2009 fue un año en el que miles de compatriotas se quedaron sin empleo.
Industrias que generan empleo masivo, tales como la construcción y la maquila, se vieron en la necesidad de reducir sus nóminas de personal. Según datos proporcionados por la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción, Chico, y la Asociación Hondureña de Maquiladores, AHM, entre ambos sectores han perdido más de 50 mil puestos de trabajo en los últimos 12 meses.
En el punto más álgido de la crisis financiera, hasta 200 personas se presentaban a diario a las oficinas de la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social para el cálculo de sus respectivas prestaciones.
Un informe publicado por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Cohep, indicaba que a mediados del año habían sido despedidos unos 180 mil trabajadores del sector privado; sin embargo, tomando en cuenta los despidos que ha habido desde entonces, la cifra de puestos perdidos girará en torno a los 200 mil.
Todo esto expone la necesidad de crear los mecanismos legales que permitan generar mayor número de puestos laborales, como pretenden iniciativas tales como la Ley de Empleo Temporal o la creación de jornadas parciales.
Salarios
Un factor que contribuyó al aumento del desempleo a finales de 2008 y comienzos de 2009 fue el aumento al salario mínimo que decretó unilateralmente el gobierno del entonces presidente Manuel Zelaya Rosales.
Dicha medida caló negativamente en el empresariado, especialmente entre los mipymes, quienes al ser incapaces de cumplir con la nueva disposición, se vieron forzados a prescindir de un buen número de trabajadores.
Actualmente, la comisión tripartita, compuesta por representantes del Gobierno, empresa privada y trabajadores, busca llegar a un consenso que permita a la clase trabajadora avanzar en el logro de esa aspiración, pero sin comprometer las finanzas de aquellos que luchan por mantener a flote sus empresas en momentos en los que la situación de la economía mundial, si bien ya da señales de recuperación, todavía tiene un largo camino por recorrer.
Seguridad
Finalmente, pero no menos importante, la ciudadanía en general anhela que el 2010 sea un año en el que haya mejoras en materia de seguridad.
Este punto se compone de dos aspectos: el primero se refiere a la seguridad personal, donde se busca ponerle freno a la vorágine de la violencia y delincuencia que azotan al país y que son producto, entre otras cosas, de la inestabilidad política, de un gran número de personas desocupadas que fácilmente pueden caer en las garras del crimen organizado, responsable de buena parte del número de compatriotas que ha perdido la vida en forma violenta este año.
El segundo aspecto tiene que ver con la seguridad jurídica y el respeto a las leyes que protegen las inversiones, condición que muchas empresas que desean traer sus operaciones al país ponen como requisito para dar luz verde a sus proyectos.
Como puede desprenderse de este breve análisis, las necesidades y los deseos de la población resultan claros, pero precisan de la unión de esfuerzos y voluntades en todos los niveles de la nación, tanto sociales como políticos.
El éxito no está garantizado, pero al menos ese es el camino que lo hace posible.