10/12/2025
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El lápiz no muere y se adapta a la era digital

  • 16 octubre 2014 /

Faber-Castell anticipa que los lápices de madera aún generen al­rededor de un tercio de sus ingre­sos en el futuro previsible.

Fráncfort, Alemania.

Los fabricantes de bolígrafos y lápices están regre­sando a la escuela, y aprendiendo a vender herramientas para escribir en la era de los smartphones, las ta­bletas y las portátiles.

Algunos, incluyendo la estado­unidense Crayola LLC y la alemana Staedtler están acogiendo la revo­lución digital con productos elec­trónicos. Los Digitools de Crayola —una serie de utensilios de plásti­co con punta de goma— permiten a los niños “sellar”, “aplicar” con brocha, o “pintar” diseños en una tableta mediante una aplicación.

Staedtler introdujo el Digital Pen 990, que funciona como un bolígrafo regular al mismo tiempo que trans­forma todo lo que escribe en archi­vos electrónicos. Un clip receptor enganchado en el papel para escribir copia y almacena alrededor de 100 páginas en hasta 30 idiomas.

Pero no todos en la industria es­tán adoptando esta tendencia con los brazos abiertos. La alemana Faber-Castell, el más antiguo fabri­cante de lápices en el mundo, dio apenas este mes su primer paso ha­cia los productos con orientación digital. La empresa, que también vende borradores, sacapuntas y utensilios de arte, acaba de lanzar un lápiz con una punta de goma que se puede usar como lápiz óptico en una tableta o smartphone.

Otras empresas, incluyendo la francesa Bic y la alemana Schwan- Stabilo, aventajan a Faber-Castell en la fusión de lo antiguo y lo nuevo. El Cristal Stylus de Bic y el Smartball de Stabilo lucen y funcionan como lápices tradicionales, pero cuen­tan con una punta acolchonada en la parte superior que se puede usar en pantallas táctiles.

Faber-Castell anticipa que los lápices de madera aún generen al­rededor de un tercio de sus ingre­sos en el futuro previsible.
“Si observa la revolución digi­tal, entonces uno supone automá­ticamente que nuestro negocio se tiene que hundir”, apuntó el con­de Anton-Wolfgang von Faber- Castell, presidente ejecutivo de la empresa que lleva su nombre. El ejecutivo describe la idea de ofici­nas y escuelas sin papel ni lápices como “ilusorio: no ha ocurrido”.

Las ventas globales de bolígra­fos y lápices están en alza, y se prevé que el crecimiento continúe duran­te al menos cinco años, según Euro­monitor International. Se prevé que las ventas de lápices aumenten 4% este año para llegar a unos US$2.700 millones, mientras que las ventas de bolígrafos se incrementarían 4,9% a US$8.500 millones, según datos de la firma de investigación de mercado.

Sin embargo, las fuentes de esa demanda están cambiando. Los mercados emergentes son cada vez más importantes para los fa­bricantes de lápices y bolígrafos gracias a la mejora en los niveles de ingresos y la alfabetización.

Los países en desarrollo en Asia y América Latina son gran­des motores de crecimiento. En Asia, se proyecta un incremento en las ventas de lápices de 5,4% a US$1.000 millones este año y de 7% en América Latina a US$526 millones, según Euromonitor.
Para Faber-Castell, esas regiones ahora generan alrededor de 65% de las ventas, y la compañía prevé un mayor crecimiento allí, pese a la fuerte competencia de rivales loca­les de menores precios.

Bic, el mayor fabricante del mundo de bolígrafos y lápices por ventas, indica que ha podido repe­ler a los productores de precios ba­jos en los países en desarrollo ya que ingresó temprano a los mer­cados emergentes.

“Nos va bien en África y Suda­mérica porque llegamos hace alre­dedor de 50 años”, señaló Benoît Marotte, director del negocio de papelería de Bic.

La empresa francesa, que pro­duce portaminas y bolígrafos des­echables, además de máquinas de afeitar y encendedores, dice que su división de papelería creció el año pasado en entre 5% y 10% en los países en desarrollo.

“La gente está redescubriendo la sensación de un lápiz recién afi­lado”, expresó Lori Booker, vocera de Dixon Ticonderoga, empresa es­tadounidense conocida por sus lá­pices amarillos “número 2”.
El valor total de las ventas está en ascenso a pesar de que la canti­dad de lápices y bolígrafos vendi­dos no lo está, ya que los consumi­dores occidentales están eligiendo productos de mejor calidad.

Faber-Castell está intentando aprovechar esa tendencia. Su línea de instrumentos de redacción pre­mium, llamada “Graf von Faber- Castell”, se vende principalmente en Alemania, Italia y Francia. Su “lápiz perfecto” cuenta con su pro­pio sacapuntas y borrador y cuesta 200 euros (US$255). Una versión con diamantes incrustados se ha vendido en hasta 10.000 euros.