Las pequeñas y medianas empresas no han escapado del acoso de los delincuentes que cobran el denominado impuesto de guerra.
Al menos 2,000 pequeños negocios cerraron operaciones o se cambiaron de localidad debido a la extorsión por parte de los acosadores, refirió el representante de la Federación Hondureña de la Microempresa y del Sector Social de la Economía, Fehmisse, José Castañeda.
El pequeño empresario visualizó además un pobre desempeño para la temporada navideña por diversos factores que tienen en contra, como los altos costos de producción.