En el mundo de la estrategia y la innovación, Walt Disney Co. y Warner Bros. son casos de estudio contrastantes.
“La Bella y la Bestia”, “Aladino” y “El rey león” de Disney fueron buenos atractivos durante la década de 1990, pero los ingresos taquilleros se han quedado atrás en el nuevo siglo. Mientras tanto, Pixar ha producido éxitos como Monsters, Inc., “Los increíbles” y “Buscando a Nemo”.
Robert Iger, presidente y CEO de Disney, pudo haber continuado los esfuerzos por infundir la animación de Disney desde adentro, pero comprendió que las mejores oportunidades a veces vienen a través de alianzas.
Por tanto, en 2006 hizo un acuerdo con Steve Jobs, en ese entonces CEO de Pixar, para comprar la compañía por 7,400 millones de dólares. Y en 2009, Iger compró a Marvel Entertainment por 4,000 millones de dólares.
Después, Iger se valió de las compras de Pixar y Marvel para convencer a George Lucas de que vendiera Lucasfilm a Disney por 4,000 millones de dólares en 2012, lo que llevó a la carpeta de Disney las franquicias de Star Wars e Indiana Jones.
Las tres adquisiciones revitalizaron la creatividad de Disney, posibilitando que lucrara con los populares personajes de las compañías compradas en los parques temáticos, películas y juguetes. Esta estrategia ha sido la gran innovación de Disney.
Este año, Disney encontró oro taquillero con “Star Wars: el despertar de la fuerza”, “El libro de la selva” y “Capitán América: guerra civil”.
Durante el primer trimestre, Disney “registró los ingresos trimestrales más altos de la historia de nuestra compañía, marcando nuestro décimo trimestre consecutivo de crecimiento de dos dígitos (en utilidad por acción)”, anunció Iger.
Comparativamente, las películas de Warner Bros han vacilado. La tan esperada Batman vs. Superman: Dawn of Justice, que se estrenó en abril, cosechó 166 millones de dólares en su primer fin de semana, y después cayó en picada 69% durante el segundo fin de semana.
El enfoque de la WB respecto a sus películas, particularmente con sus superhéroes de DC Comics, podría resumirse así: si antes funcionó, debería funcionar otra vez.
“Batman” (1989) fue seguida por seis secuelas. “Superman” (1978) también engendró seis secuelas, culminando con “Batman vs. Superman”. El enfoque de la WB parece ser de imitación.
En respuesta a las populares e interconectadas películas de aventura de superhéroes como The Avengers, WB está hilando un número de historias similares con su propio ejército de DC como las próximas Suicide Squad, Wonder Woman y Justice League.
Cierto, es conveniente formar secuelas con franquicias exitosas. Sin embargo, Disney se ha reinventado, mientras que WB simplemente parece estar imitando los pasos de Disney.
(Vijay Govindarajan es profesor en la Escuela de Negocios Tuck de Dartmouth).