08/07/2025
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Busca abrirse paso con marca de café orgánico

  • 06 junio 2013 /

Rigoberto Paredes se lanza a la conquista del mercado con La Fortuna.

Una tradición transmitida de padres a hijos durante tres generaciones busca abrirse camino en el mercado y en el gusto de los hondureños.

Esa es la meta de Rigoberto Paredes, cafetalero originario de Santa Bárbara que se lanza a la conquista del mercado con Café La Fortuna, una marca de café orgánico cuyo proceso de producción ha venido perfeccionando durante los últimos 11 años.

“Vimos una opción para convertir nuestros cafetales al no uso de insumos, que son los químicos que hacen tanto daño al medio ambiente, al agua, al aire y al ser humano”, dice Paredes al explicar el razonamiento que le llevó a cambiar sus métodos de producción. Al tratarse de un producto orgánico, el cafetalero se ve en la necesidad de compensar una menor producción con un mayor grado de calidad y en consecuencia, un mejor precio en el mercado.

La tradición que Paredes busca conservar comenzó hace unos 45 años, allá por 1968, cuando su abuelo comenzó a cultivar café en la localidad de Rancho Pedro, en el municipio de Petoa, Santa Bárbara.

Con el tiempo, su padre se hizo cargo de la finca y actualmente es Rigoberto quien lleva las riendas de la finca.

Su única preparación es haberse graduado como bachiller técnico agropecuario, egresado de una escuela agrícola ubicada en Macuelizo.

El resultado fue Café La Fortuna, marca que se encuentra en trámite de registro y con la que aspira llegar no solo al mercado nacional, sino trascender fronteras. “Quiero ser exportador directo”, dice.