11/11/2025
01:30 AM

Despedidos se las ingenian para afrontar la Navidad

“Hace unos días me quedé sin trabajo. Laboraba en construcción, tengo hijos que mantener; pero confío en Dios que pronto hallaré una oportunidad para seguir llevando alimentos al hogar”.

    “No sé cómo haré para Navidad. Hace unos días me quedé sin trabajo. Laboraba en construcción, tengo hijos que mantener; pero confío en Dios que pronto hallaré una oportunidad para seguir llevando alimentos al hogar y comprarle ropa a mis niños, las manzanas y uvas”.

    Así resume Reynaldo Sarmiento parte de su historia mientras esperaba su turno para ser atendido en la oficina de inspectoría de la Secretaría de Trabajo en la capital industrial.

    Como él, habrá este año decenas de historias similares, porque los golpes que la crisis económica mundial sigue dejando en Honduras se verán reflejados en decenas de pequeños que no recibirán un regalo o nuevas prendas de vestir como en año anteriores.

    Es evidente que los 180,000 despedidos que proyectó el Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Cohep, dejó la recesión aún no encuentra un nuevo empleo; y si algunos cuentan con dinero de las prestaciones preferirán economizarlo para gastarlo en áreas fundamentales como alimentación, pago de deudas y cancelación de alquileres y servicios públicos básicos.

    Existen otros casos como el de Marlen Cruz, una ex operaria de maquila que fue despedida porque las órdenes de compra desde los Estados Unidos bajaron y tuvieron que recortar personal. “No me esperaba el despido, pero gracias a Dios mi esposo tiene trabajo y con el pago de su aguinaldo compraremos ropa para que estrenen nuestros niños, y siempre buscaré un oficio práctico para agenciarme de algunos lempiras desde mi hogar ”.

    Cristian Navarro es otro sampedrano que fue despedido del área de mecánica automotriz en una empresa privada; pero con sus prestaciones logró montar un taller pequeño en su casa y desde ahí realiza trabajos a sus conocidos.

    También están los dependientes de las remesas, y es el ejemplo de Carmen Calderón, una sampedrana que espera para todos los fines de año algunos dólares que le envía su hermano para que se ayude en gastos del hogar: “Como los empleos no están tan bien, mi hermano me dijo que me enviaría menos; pero siempre me servirá”.

    Waleska Martínez, empleada de la oficina de Inspectoría de la Secretaría, expresó que este mes ha aumentado la llegada de desempleados: “Diariamente atendemos 150 despedidos, que laboraron en el comercio y sector construcción.

    En su mayoría son hombres”. La funcionaria indicó que la afluencia de despedidos de la maquila ha bajado casi un 70%.