San Pedro Sula, Honduras.
Un sector tan pujante de la economía nacional como la zona norte requiere de verdaderos líderes para lograr el desarrollo.
Uno de los perfiles más prometedores del sector empresarial es Kamal Dieck, quien integra la planilla de Jorge Faraj, aspirante a la presidencia de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés.
Dieck conversó con LA PRENSA sobre su percepción de la agroindustria.
Un sector tan pujante de la economía nacional como la zona norte requiere de verdaderos líderes para lograr el desarrollo.
Uno de los perfiles más prometedores del sector empresarial es Kamal Dieck, quien integra la planilla de Jorge Faraj, aspirante a la presidencia de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés.
Dieck conversó con LA PRENSA sobre su percepción de la agroindustria.
¿Cree que la zona norte es un referente de la agroindustria?
Bastante. De hecho nos gusta llamarlo la Zona Metropolitana del Valle de Sula. En esta se incluye Cortés, parte de Yoro y zonas de occidente.
Naturalmente, la parte más pujante de la industria está en San Pedro Sula y sus alrededores, como Choloma y Villanueva.
¿En cuáles sectores del agro ve oportunidades?
Por ejemplo, en el sector al que pertenezco, el arroz, hay un repunte impresionante con un crecimiento de 40% en la cosecha de arroz en los últimos tres años. Otro producto es el café cuyo precio se ha ido recuperando y la demanda va en crecimiento. Considero que hay una oportunidad de mejora en la prevención del contrabando de café, porque sabemos que el Gobierno está haciendo las gestiones para detener ese delito; pero hay que investigar por qué algunos productores prefieren esta vía.
Otro tema clave es que desde la apertura de nuevos mercados con el Acuerdo de Asociación (AdA) entre Centroamérica y la Unión Europea, las exportaciones de azúcar refinada prácticamente se han duplicado.
¿Cuál es el aporte de la zona norte en la industria y exportaciones?
En la costa norte es donde gran parte de los productos se vienen a industrializar para la comercialización.
En cuanto a producción agrícola se refiere, esta se condensa en el valle del Aguán en el Atlántico, el valle de Comayagua, adonde influyen La Paz e Intibucá, y el valle de Sula en Cortés.
¿Sería muy ambicioso idear una estrategia para que la agricultura no dependa del factor climático y de los precios en el mercado internacional?
El problema es que algunos productos están indexados a la bolsa de Nueva York, pero son muy pocos, entre ellos el café, azúcar y la palma. Cuando había superprecios históricos en la palma hace tres o cuatro años, muchas personas decidieron sembrar palma; pero este cultivo empieza a dar frutos a los tres, cuatro o hasta cinco años. Ahora, quienes sembraron en bonanza de precios, no saben si esperar a que el mercado mejore.
Ante eso, considero que debemos producir para consumir en Honduras y luego pensar en exportar, a fin de revertir la balanza comercial que al igual que la mayoría de los países de Latinoamérica es deficitaria.
Países desarrollados como EUA, Rusia y los europeos han comprendido que no hay forma de pensar en una segunda etapa de desarrollo económico si no se produce lo más esencial, que son los cultivos de consumo básico para la población.
