04/12/2025
01:38 PM

Cobro para ampliar el TPS apenas incidirá en el 15% de las remesas

    SAN PEDRO SULA. Mercedes es una hondureña que vive desde hace muchos años en Brooklyn, Nueva York. Como ella, cerca de 60,000 compatriotas amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS) y que se benefician ahora por la ampliación de 18 meses que concedió el Gobierno de los Estados Unidos de América.

    El programa empezó en 1999, como una medida humanitaria tras los estragos del huracán Mitch a los pueblos centroamericanos. En la actualidad, el TPS beneficia además a 240,000 salvadoreños y 27,000 nicaragüenses.

    Inicialmente, habían más de 110,000 hondureños inscritos al programa. Sobre ello, el sociólogo Ricardo Puerta explica que la cifra ha ido en descenso porque este grupo poblacional busca mejorar su condición legal en ese país.

    “Hablamos de personas que se casan con alguien que pueda normalizar su estatus migratorio o aquellos prestaron servicios militares. Dudo que sea por dejadez”, agrega.

    Puerta considera que este sector de inmigrantes es el más apto para beneficiarse de una reforma migratoria, de la que avizora vendrá hasta en el primer año de un nuevo Gobierno. “Estamos en un país donde la variable migratoria afecta a la mitad de la población”, sostiene el cubano.

    Remesas. Manuel Orozco, director del Diálogo Interamericano, sostiene la ampliación del TPS a los hondureños “es buena noticia para ese pequeño grupo. En lo que respecta a remesas, no tiene mucho efecto porque ellos ya estaban amparados y se les extiende su estadía temporal. De alguna manera esto garantiza que seguirán enviando dinero al país”, añade el analista.

    Sobre el cobro de $460 para la reinscripción al TPS, Orozco avizora que tendrá una incidencia menor al 15% en el volumen de remesas que se transfieren a la región.

    Similar criterio comparte Jorge Flores Silva, coordinador de estudios económicos del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Unah, quien considera que la reinscripción a este programa da mayor estabilidad al empleo, garantía a los derechos laborales y menor incertidumbre de deportación, que inciden en el envío de remesas para el país.

    “Todo lo relacionado con la cuestión migratoria y la legalidad en la estadía de los EUA incide con la economía de los países beneficiados por las remesas”, apunta el docente.

    Flores Silva califica estas divisas como alivio a la balanza de pagos y un aporte fundamental para la acumulación de reservas internacionales netas (RIN), que significa la tercera parte de estos ingresos.

    Para el cierre de 2016, las proyecciones apuntan a unos $4,000 millones en remesas familiares, que representa 10% más que lo registrado al cierre de 2015, cuando el envío fue de $3,726 millones.