Nueva York, Estados Unidos.
La otrora preciada subsidiaria mexicana de Citigroup Inc. está haciendo la limpieza.
Además de la salida del presidente ejecutivo de Banamex a principios de este mes, empleados de alto rango de la unidad mexicana, incluyendo el director corporativo de administración, el asesor jurídico y el jefe de investigaciones internas del grupo también han salido este año, según empleados y ex trabajadores en Ciudad de México.
En total, siete de 22 de las personas que Banamex identificó en su informe anual como altos ejecutivos el año pasado, ya no están en el banco, una tasa de rotación mayor a la normal. En algunos casos, Citigroup despidió a los ejecutivos, mientras que otros decidieron partir citando frustraciones con la casa matriz en Nueva York.
Las salidas ocurren en momentos en que Manuel Medina-Mora, un alto ejecutivo de Citigroup que mantiene influencia sobre las operaciones en México, se prepara para dejar la firma. El ejecutivo mexicano, que es además presidente del Consejo de Administración de Banamex, anunciaría su salida a principios del próximo año, y varios miembros del directorio han hecho presión para que parta, reportó este mes The Wall Street Journal.
Los cambios en la cúpula reflejan transformaciones más amplias en Citigroup. Bajo presión de los reguladores para controlar mejor sus extensas operaciones globales, Citigroup ha estado cerrando algunos de sus negocios minoristas fuera de Estados Unidos.
En México, ha estado trabajando para colocar más gente a cargo de Banamex que la haga operar más como los negocios estadounidenses de Citigroup.
Pero los cambios acarrean riesgos, a medida que Citigroup se esfuerza para que la división mexicana se ciña a las prácticas estadounidenses sin dañar la cultura independiente que la ayudó a tener éxito en el pasado.Algunos ejecutivos de Citigroup temen que perder otros empleados de alto rango de Banamex antes de la partida de Medina-Mora podría crear más discontinuidad entre los altos mandos y potencialmente dañar las relaciones empresariales de Banamex.
Después de que el presidente ejecutivo Javier Arrigunaga renunciara el 3 de octubre, Citigroup dijo que “era el momento correcto para un nuevo liderazgo”.
El mismo día, José María Zubiría, ex director corporativo de administración de Banamex, anunció su renuncia. En un correo electrónico a WSJ, el ex ejecutivo dijo que sentía que su autoridad para tomar decisiones había sido despojada.
Zubiría también supervisó una variedad de áreas incluyendo una división de seguridad personal a la que Citigroup acusó de fraude 11 días después. Zubiría no ha sido acusado de crimen alguno.
Cuando Arrigunaga partió, Citigroup trajo a Rodrigo Zorrilla, un banquero con mucha experiencia que había dirigido las unidades de la empresa en Asia, para que ocupara el cargo de director general adjunto de Banamex. Hace unos meses, Citigroup nombró a Michael Helfer, quien había sido director jurídico y vicepresidente de Citigroup, en la junta del banco.
Banamex, una franquicia de 130 años de comprada por Citigroup en 2001, es una de las marcas más reconocidas en México. Durante la crisis financiera, la división fue uno de los pocos negocios con rendimiento estelar de Citigroup, generando ganancias cuando el resto del banco sufría pérdidas.
Casi un sexto de los empleados globales de Citigroup está en Banamex, así como 10% de los préstamos minoristas de Citigroup. Banamex tiene más de 1.600 sucursales, casi el doble que las 900 oficinas de Citigroup en EE.UU. No obstante, la capitalización de mercado del banco en México se está reduciendo según algunos parámetros. Los cuatro rivales más grandes de Banamex en México incrementaron sus portafolios de préstamos en los 12 meses hasta agosto en entre 8% y 17%, mientras que el de Banamex se encogió 0,6%, según datos del regulador bancario de México.
El declive se debe, en parte, a la decisión de Citigroup de incrementar controles de riesgo en Banamex, una decisión que ha elevado la tensión entre la casa matriz y algunos empleados en la división mexicana, dicen ex empleados de Banamex. El banco debe anunciar resultados financieros trimestrales esta semana, luego de que lo hiciera Citigroup el 14 de octubre.
Banamex ha estado en el ojo de la tormenta desde que Citigroup reveló en febrero que el banco había perdido más de US$400 millones después de haber sido víctima de un supuesto fraude por parte de uno de sus clientes, una empresa de servicios petroleros.
La otrora preciada subsidiaria mexicana de Citigroup Inc. está haciendo la limpieza.
Además de la salida del presidente ejecutivo de Banamex a principios de este mes, empleados de alto rango de la unidad mexicana, incluyendo el director corporativo de administración, el asesor jurídico y el jefe de investigaciones internas del grupo también han salido este año, según empleados y ex trabajadores en Ciudad de México.
En total, siete de 22 de las personas que Banamex identificó en su informe anual como altos ejecutivos el año pasado, ya no están en el banco, una tasa de rotación mayor a la normal. En algunos casos, Citigroup despidió a los ejecutivos, mientras que otros decidieron partir citando frustraciones con la casa matriz en Nueva York.
Las salidas ocurren en momentos en que Manuel Medina-Mora, un alto ejecutivo de Citigroup que mantiene influencia sobre las operaciones en México, se prepara para dejar la firma. El ejecutivo mexicano, que es además presidente del Consejo de Administración de Banamex, anunciaría su salida a principios del próximo año, y varios miembros del directorio han hecho presión para que parta, reportó este mes The Wall Street Journal.
Los cambios en la cúpula reflejan transformaciones más amplias en Citigroup. Bajo presión de los reguladores para controlar mejor sus extensas operaciones globales, Citigroup ha estado cerrando algunos de sus negocios minoristas fuera de Estados Unidos.
En México, ha estado trabajando para colocar más gente a cargo de Banamex que la haga operar más como los negocios estadounidenses de Citigroup.
Pero los cambios acarrean riesgos, a medida que Citigroup se esfuerza para que la división mexicana se ciña a las prácticas estadounidenses sin dañar la cultura independiente que la ayudó a tener éxito en el pasado.Algunos ejecutivos de Citigroup temen que perder otros empleados de alto rango de Banamex antes de la partida de Medina-Mora podría crear más discontinuidad entre los altos mandos y potencialmente dañar las relaciones empresariales de Banamex.
Después de que el presidente ejecutivo Javier Arrigunaga renunciara el 3 de octubre, Citigroup dijo que “era el momento correcto para un nuevo liderazgo”.
El mismo día, José María Zubiría, ex director corporativo de administración de Banamex, anunció su renuncia. En un correo electrónico a WSJ, el ex ejecutivo dijo que sentía que su autoridad para tomar decisiones había sido despojada.
Zubiría también supervisó una variedad de áreas incluyendo una división de seguridad personal a la que Citigroup acusó de fraude 11 días después. Zubiría no ha sido acusado de crimen alguno.
Cuando Arrigunaga partió, Citigroup trajo a Rodrigo Zorrilla, un banquero con mucha experiencia que había dirigido las unidades de la empresa en Asia, para que ocupara el cargo de director general adjunto de Banamex. Hace unos meses, Citigroup nombró a Michael Helfer, quien había sido director jurídico y vicepresidente de Citigroup, en la junta del banco.
Banamex, una franquicia de 130 años de comprada por Citigroup en 2001, es una de las marcas más reconocidas en México. Durante la crisis financiera, la división fue uno de los pocos negocios con rendimiento estelar de Citigroup, generando ganancias cuando el resto del banco sufría pérdidas.
Casi un sexto de los empleados globales de Citigroup está en Banamex, así como 10% de los préstamos minoristas de Citigroup. Banamex tiene más de 1.600 sucursales, casi el doble que las 900 oficinas de Citigroup en EE.UU. No obstante, la capitalización de mercado del banco en México se está reduciendo según algunos parámetros. Los cuatro rivales más grandes de Banamex en México incrementaron sus portafolios de préstamos en los 12 meses hasta agosto en entre 8% y 17%, mientras que el de Banamex se encogió 0,6%, según datos del regulador bancario de México.
El declive se debe, en parte, a la decisión de Citigroup de incrementar controles de riesgo en Banamex, una decisión que ha elevado la tensión entre la casa matriz y algunos empleados en la división mexicana, dicen ex empleados de Banamex. El banco debe anunciar resultados financieros trimestrales esta semana, luego de que lo hiciera Citigroup el 14 de octubre.
Banamex ha estado en el ojo de la tormenta desde que Citigroup reveló en febrero que el banco había perdido más de US$400 millones después de haber sido víctima de un supuesto fraude por parte de uno de sus clientes, una empresa de servicios petroleros.