Una instancia de resolución de conflictos determinó que las autoridades del Canal de Panamá deberán pagar $233 millones por sobrecostos al grupo de empresas europeas a cargo de la construcción de las nuevas terminales para la ampliación de la vía interoceánica.
El reclamo de los contratistas se refiere al tipo de mezcla de concreto y el agregado de basalto, un aspecto en el que el grupo argumentó que tuvo costos superiores a los estipulados en el contrato.
El grupo cumplió con el traslado de 12 de 16 compuertas que faltaban por mover desde Italia a Panamá.
El proyecto de ampliación estará en operación plena en el primer trimestre de 2016, aunque con un retraso de un poco más de año, según lo previsto originalmente. Hasta ahora, la obra tiene un avance general de 84%.