San Pedro Sula, Honduras
Hace seis años, los bajos precios del quintal de café -que rondaban a los $110 el quintal- obligaron a que un grupo de caficultores de Corquín, Copán, emprendieran la tarea de diversificar los productos a base del aromático.
Fue así como nació “Café mi Tazita”, que se cultiva a una altura de 1,450 metros sobre el nivel del mar en la Montaña de Celaque.
Ayer, Irma Angélica Landaverde asistió a la Expo Café 2015 que celebró la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec) en representación de esta mipyme copaneca.
“Los precios del café se nos vinieron muy bajos. En ese entonces, solo tostábamos y molíamos el grano. Por consecuencia de la roya, los precios se vinieron abajo y también la producción”, recuerda la productora.
Se comenzó a utilizar la madera del café para hacer tallados y luego se amplió a una gama de 10 presentaciones de productos que dan valor agregado al aromático.
“Somos la única empresa en Corquín que fabricamos champú, mermelada y una crema digestiva de los derivados del café”, relata.
Testimonios. Eva Georgina Vásquez, una de las 60 personas que emplea Catracha Coffee y Café Yarasquín de Santa Elena, La Paz, refiere que en la cosecha anterior lograron exportar 360 sacos de 152 libras a Estados Unidos, pero espera que los precios de la cosecha actual mejoren.
“Algunas zonas más bajas están comenzando a cosechar café desde estas semanas, pero en nuestra finca que está más alta saldrá hasta enero. Hasta entonces, esperamos que los precios mejoren”, dice.
Cristina Molina, una de las cinco personas al frente de Café Sereno de Copán, sostiene que “la gente sigue sembrando café con la esperanza que este mejore de precio. Los caficultores no se resignan, perseveran con ideas y se dedican a ganado para amortiguar los malos precios”.
Refiere que en los siete años de trabajar en esa mipyme han ampliado su mercado gracias a la calidad que esperan exportar.
