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Honduras, el segundo país de Centroamérica que se espera crezca más en 2020

  • 10 enero 2020 /

El Banco Mundial destaca que la región puede beneficiarse del entorno comercial y empresarial gracias a la expansión de la Unión Aduanera entre Guatemala y Honduras

San Pedro Sula, Honduras.

La economía de Honduras tendrá un crecimiento importante en la región centroamericana para 2020, según las perspectivas económicas del Banco Mundial de enero de este año.

El informe del organismo indica que en Centroamérica, sin incluir Panamá, Honduras será el país que más crezca durante 2020, donde el producto interno bruto (PIB) puede crecer hasta 3.5%, 0.3% menos que lo estimado en junio del año 2019.

El BM calcula que para 2021 y 2022 el crecimiento se mantendrá en 3.5%.

El informe detalla que se proyecta un crecimiento firme para Centroamérica, sobre el horizonte de los pronósticos.

Beneficiada por las facilidades de las condiciones de crédito en Costa Rica y que la región se pueda beneficiarse del entorno comercial y empresarial por las reformas en los últimos años, incluida la expansión de la Unión Aduanera entre Honduras y Guatemala.

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Entre los riesgos para Honduras señalados por el BM está el continuo crecimiento débil de las exportaciones que puede contribuir a un aumento grande en el déficit de la cuenta corriente.

Luis Guifarro, presidente del Colegio Hondureño de Economistas, espera que para 2020 la economía de Honduras pueda crecer alrededor de un 3%.

El economista señaló que es importante atraer nueva inversión para la generación de proyectos nuevos, asentamientos de empresa, ya sea en el sector agrícola o industrial, que permita crear trabajo para que los hondureños tengan las opciones de encontrarlo y mejorar sus condición de vida.

Desaceleración.

Para el BM, otro aspecto del ritmo decepcionante al que crece la economía mundial es la desaceleración generalizada del crecimiento de la productividad que se viene registrando en los últimos 10 años.

El organismo dice que es necesario estimular la inversión privada y la pública, actualizar las capacidades de la fuerza laboral para promover sólidos niveles de productividad; ayudar a que los recursos se asignen a los sectores más productivos y revitalizar la adopción de tecnología y la innovación tecnológica para poder reactivar el crecimiento de la productividad en los países.