El Bayern Múnich celebró a lo grande su Bundesliga número 25 y lo hizo venciendo al Mainz por un cómodo 2-0. Con un Allianz Arena lleno hasta la bandera, la fiesta empezó con la entrega del título liguero a la plantilla bávara. El éxtasis se produjo cuando, en el centro del campo, el capitán Philipp Lahm levantó la ensaladera en medio de una lluvia de confeti.
A partir de ahí, y como era de esperar, se desató la 'guerra de la cerveza'. Primero entre los jugadores, que se iban traicionando a la mínima que podían -como Lewandowski hizo con Schweinsteiger-. Parecía que Guardiola había logrado esquivar el tradicional baño de cerveza al ganar el túnel de vestuarios rápidamente. Sin embargo, poco pensaba el técnico catalán que al volver a salir le estaría esperando Boateng para darle su merecido.
Poco después, los jugadores dieron la vuelta de honor por todo el estadio para luego cogerse todos y empezar a saltar y bailar en cada uno de los goles del Allianz. Incluso la plantilla al completo terminó la vuelta haciendo 'la conga'.
Y todo esto mientras el prestigioso grupo de música Imagine Dragons animaba a los espectadores. En definitiva, un fiestón por todo lo alto del Bayern.