Las barras han vuelto a robarse el protagonismo en un partido de fútbol hondureño. Esta vez los hinchas de Marathón y Olimpia han comenzado una pelea que fue detenida a tiempo por la Policía Nacional.
Cuando estaba por terminar el primer tiempo, el árbitro detuvo el encuentro por el relajo que estaban generando las barras de ambos equipos en las gradas del estadio Yankel Rosenthal.
Hinchas de los merengues se saltaron el muro que divide a las barras y empezaron a lanzarse objetos. Los agentes de seguridad realizaron su trabajo y detuvieron algo que pudo haber sido peor.
Luego los aficionados olimpistas abandonaron el estadio debido a que la Policía lanzó gas lacrimógeno.
JEFE POLICIAL HABLA SOBRE EL GAS LANZADO
El Comisionado Alcides Vides, jefe regional de la Policía en la zona norte, aceptó que todas las decisiones que se tomaron durante en el partido y que dejó una serie de disturbios en el entretiempo, forman parte de una estrategia para evitar muertes.
“Al ver que las barras estaban tirándose piedras la Policía Nacional tuvo que intervenir con humo para dispensarlos y salvaguardar la vida de las personas que estaban disfrutando del partido, me dio la opción de ordenar que sacaran la barra del Olimpia para evitar males mayores. El gas lacrimógeno, es una arma de dispersión para evitar males mayores, como policía nos sentimos seguros, a nosotros nos afectó también. Es injusto ver este panorama, porque pareciera que querían que la gente los viniera a ver, pero nosotros lo que buscábamos era evitar las muertes”, detalló.
Cuando transcurrían 45 minutos, las barras de los equipos comenzaron a lanzarse piedras. “Esa cerca que dividía a las barras ya se estaba cayendo y hasta ya se estaban tirando por encima, a ellos les vale, estaban drogados y no sienten, ahí ponen en peligro la vida de las otras personas”, señaló.
Hace tres semanas la Policía anunció que se iban a realizar varias prohibiciones, Vides aclara que “Se acataron las ordenes, pero las piedras salieron de las calles, ahí no podemos hacer nada, no hubo mantas, estaban sin tambores, pero las piedras salieron de la calle”.