Cuando Iker Casillas se lesionó en enero y tuvo que pasar por el quirófano, los hinchas de la Roja se preocuparon por su probable ausencia en el crucial partido de España en Francia en el camino al Mundial, pero Víctor Valdés firmó una actuación perfecta en París.
La Roja ganó 1-0 en el Stade de France, con gol de Pedro Rodríguez, pero otro jugador del Barcelona, Valdés, se ganó una cuota importante de protagonismo por su sobresaliente actuación, crucial para frenar a los franceses y para transmitir la confianza necesaria a su defensa.
Hubo un momento que los Bleus lamentaron especialmente, el mano a mano que tuvo Franck Ribery (39), que se había ido del acoso de Gerard Piqué y que se plantó frente al arquero del Barça, que mantuvo la calma y consiguió despejar el tiro raso, alejando el peligro cuando la grada casi cantaba el gol.
Sus compañeros chocaron las manos con él, le felicitaron por lo que acababa de hacer, mientras los aficionados españoles, situados tras su portería, empezaron a corear su nombre.
En la grada, un espectador de excepción, el propio Casillas, que se desplazó a la capital francesa para transmitir ánimos a sus compañeros.
No fue la única actuación destacada del jugador del Barça durante el partido en París, en una noche donde olvidó el sinsabor del empate 1-1 del viernes contra los finlandeses.
El primer susto lo había dado Karim Benzema, con un disparo alto al cuarto de hora de partido, pero Valdés había seguido bien la jugada por si el disparo iba entre los tres palos.
En el 28, se adelantó a Benzema y Ribery en un balón colgado al área, marcando su terreno, y en el 39 llegó su gran intervención ante el volante ofensivo del Bayern Múnich.
En la segunda parte, con todavía 0-0 en el marcador, Valdés estuvo de nuevo providencial sacando de puños en la segunda parte, cuando el joven Paul Pogba, que poco después fue expulsado, se disponía a rematar un centro de Ribery.
El gol de Pedro en el 58 había puesto nerviosa a Francia, que intentó responder con más rabia que claridad de ideas.
Benzema, que lleva doce partidos sin marcar con su selección, desde un amistoso ante Estonia en junio, cedió mediada la segunda parte para Blaise Matuidi, que disparó con intención, pero Valdés, siempre alerta, detuvo.
La fortuna también ayudó la labor del portero del Barça y Ribery en el 82 envió fuera en otra clara ocasión de los franceses.
No hubo tiempo para más y Valdés vivió una de sus noches más bonitas, en el día en el que disputó su decimotercer partido con la selección absoluta.
El cinco veces ganador del trofeo Zamora al mejor portero de la Liga española se consagró de rojo en la ciudad de la luz, en un estadio que ya había recordado que le trae buenos recuerdos por el título europeo conquistado ahí por el Barça, con un 2-1 ante el Arsenal inglés en la final de 2006.
